Por Miguel Abálsamo
Los dirigentes políticos, especialmente aquellos que tienen altas responsabilidades en los gobiernos nacional, provincial o municipales, son destinatarios de la exigencia mayor y de superar los desafíos que impone la realidad en búsqueda del mejoramiento integral y una mejor calidad de vida de la comunidad.
Sin embargo, no están exentos los ciudadanos que componen la sociedad, ejemplo, nuestra comunidad del distrito de Necochea.
No se puede votar cada dos años legisladores y cada cuatro un intendente y desatender lo que viene, escasear la participación, convertirnos en indolentes que vemos la política y las ideas pasar sin tomar partido, tratando de resolver los problemas cotidianos en una mesa de café o junto al tino de cada asado.
Muchas veces esos dirigentes políticos que falsean la voluntad de un electorado, eligen el camino sinuoso y no recto, se convierten en conservadores del statu quo, quieren que algo cambie pero nada en el fondo, están allí, continúan allí y toman decisiones por todos los ciudadanos precisamente porque la gran mayoría de la población no participa, dejando lugar a los que se sienten cómodos y agradecen esa escasa presencia ciudadana.
No existen sociedades exitosas sin la participación exigente de cada uno de sus componentes.
Y no existe sociedad exitosa con políticos escasamente preparados, alejados de la cuota de decisión para enfrentar el presente, proponiendo planes de estadista para el futuro. Necesitamos grandes realizadores más que enormes teóricos, y se hace imprescindible que nuestros dirigentes se preparen para gobernarnos, alejándose de la improvisación.
El 2015, que esta a la vuelta de la esquina, puede significar comenzar el despegue o seguir descendiendo vertiginosamente a un callejón sin salida donde la luz es distante y la oscuridad lo constante. Como diría Borges… «la ceguera es la desaparición progresiva de los colores, introduciéndose al mundo negro…».
Esa definición, que supera en mucho una metáfora, puesto que describe perfectamente esa forma, se asemeja a nuestro distrito en los últimos años, parecemos imbuidos de una ceguera aún con nuestros ojos abiertos, dejamos de percibir los colores del desarrollo y crecimiento, encontrándonos como en un mundo donde falta el sol y la luz.
El mandato Bíblico es que la política social más eficaz en crear trabajo, verdadero imperativo de la hora en el distrito. Para mi gobernar un municipio es precisamente eso, dar trabajo.
El nuevo intendente que surja en el 2015 no puede desembarcar en el primer piso del municipio para contarnos al día siguiente con el rostro contrariado, arrugas nuevas y pelo canoso por nacer, que se encontró con imprevistos. No podemos permitirlo como sociedad.
Quien asuma por cuatro años deberá decirnos con anterioridad quienes serán sus principales espadas en el Departamento Ejecutivo, y definirnos claramente los grandes temas de la sociedad.
1) Reforma del Estado Municipal.
2) Funcionamiento de los hospitales y los Centros de Salud hoy garantizados a través del municipio.
3) Como mejorar el actual índice de cobrabilidad, para no seguir cazando en el zoológico, tratando de incorporar al sistema hasta el último de los contribuyentes, intimando a nuestros grandes deudores, que casi siempre gambetean los pagos, terminan en moratoria, o papeles de intimación escondidos en el baúl de los recuerdos.
4) Solución al problema de la escasez de agua en muchas partes del distrito. Urgente colocación de los medidores a los grandes consumidores, e ir a fondo con las inversiones que necesitamos.
5) Definitivamente tomar las riendas sobre nuestro parque «Miguel Lillo», con decisiones firmes. Respetando a quienes lo abrazan en recorrida dominguera pero yendo a fondo con la posibilidad de darle otra dinámica, moderna, ágil, con inversiones que lo transformen de una masa en decadencia a un parque con expectativas, sumado a la columna vertebral de inversiones que supone el maravilloso lugar del Jardín de Rocas, actualmente desaprovechado.
6) Abrir paso a las inversiones privadas, con un riguroso plan que les imponga cumplir con las promesas, y para eso debemos tener un estado presente y vigilante, sin presionar la libertad empresarial.
7) Dotarle al centro de la ciudad y en verano a nuestra villa balnearia de un estacionamiento medido a la altura de las grandes ciudades, dejando de lado maquillajes e improvisaciones. Con empresas experimentadas que puedan hacerse cargo de la organización, manteniendo la fuente laboral, blanqueando personal, contando con Obra Social, algo que hoy no existe, donde los trabajadores están trabajando sin orden y percibiendo magros salarios. Discutiendo mucho el nuevo sistema que se pretende imponer con mensajes de texto, que puede terminar complicándole más la vida al ciudadano que dándole soluciones.
8) Definir el futuro de nuestra playa de estacionamiento de camiones «El Chiquero», sin ideologismos inconducentes, ni conceptos trillados para defender una idea.
9) Unirnos para la concreción de un Frente Costero que nos permita cambiar nuestro esquema turístico, hoy debilitado. La Necochea soñada en la playa deberá ser no resignar un Frente desde la 75 hasta la escollera, llenos de inversiones e innovaciones.
Se que en algún momento se intentó y quedó en el camino de las esperanzas, pero nunca es tarde para volver a empezar.
10) Necesitamos transformar esta ciudad de baches, calles de tierra intransitables y falta de señalización, en un lugar que merezca ser vivido y respete a sus ciudadanos.
11) No olvidarse del área de mayor insensibilidad de todo el estado, Desarrollo Social. Hoy carente de recursos y a veces de creatividad para solucionar los problemas que requieren atención ayer, más que hoy.
12) ¿Cómo salir del atolladero de una deuda cercana a los setenta millones de pesos?
¿Queremos ser una sociedad exitosa?.
Bueno. A demostrarlo.
Entendamos que nuestros dirigentes tienen mayores responsabilidades que la comunidad, pero la sociedad también las tiene.
Participen en Asociaciones Vecinales, clubes de barrio, entidades culturales y deportivas, sindicatos, partidos políticos….no se queden sólo en la queja ,que termina siendo un desahogo pero no una construcción colectiva, critiquen, que significa un acto de esperanza, pero luego hay que adosarle ideas y proyectos.
Hay que darle dura batalla a la mediocridad de los que defienden su quinta sin importarles el conjunto, a los que mejor les va cuando a la sociedad les va peor, a los profetas del «no se puede…», a los dueños de la modorra «siestera» ,apáticos y negadores de sueños.
Comencemos a diferenciarnos de muchos políticos que viven obstaculizando realizaciones, aferrados a su micro clima que les permite perdurar pero no existir, conformándose con seguir ocupando un diminuto lugar en una comunidad que no se realiza.
Necesitamos dirigentes que se conviertan en hombres de ideas para 20 años por delante, dejando el espejo retrovisor de la historia.
Un estadista es quien pergeña el futuro, no olvida el pasado pero no vive del recuerdo, y fundamentalmente capaz de convocar a la gran unidad ciudadana, conduciendo lo heterogéneo en un gran proyecto que haga participar a todos.
Se nos ha hecho como un síndrome pernicioso aquello de «nunca más salimos, estamos cada año peor, te acordas cuando éramos el segundo balneario en importancia de la Costa Atlántica. Repetición que encontramos como eco en la clase media, en los más pobres, en empresarios, trabajadores y desocupados, casi repitiendo al unísono este recital ya clásico incorporado a nuestro acerbo.
¿Habrá un hombre y un equipo capaz de llevarnos como el mejor General en batalla a los mejores logros…?
¿Habrá mentes grandes para cambiar nuestro destino?
Mentes grandes que hablen de ideas…no medianas que hablen sólo de hechos… o pequeñas que hablen de sucesos, y las pobres que sólo saben hablar de los demás.
Siempre teniendo en cuenta que esa sociedad exitosa que pretendemos y nos merecemos, también es compartida, una cuota parte de la responsabilidad es política, otra de cada uno de nosotros, los ciudadanos.
Miguel, una sociedad exitosa es cierto que todos queremos y somos parte o debemos ser esa parte, pero te olvidaste algo fundamental, con estos politicos actuales nunca lo lograremos y por lo que piensan presentarse a intendente tampoco.Una sociedad existosa no puede dejar pasar lo que hicieron con el intendente que sacaron por acuerdo a espaldas.Nunca seremos una sociedad exitosa si no repudiamos todos,todos,todos ,estos hechos.
Un abrazo Miguel.