Se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición del joven que era hostigado por la policía bonaerense para obligarlo a robar. Fue visto por última vez en un destacamento en Lomas de Mirador, donde ahora funcionará un centro cultural que gestionarán amigos y familiares de Luciano. La causa judicial prácticamente no avanzó en este tiempo.
Por Camilo Carbonelli
Luciano Arruga fue visto por última vez el 31 de febrero de 2009. Testigos señalaron que lo vieron en el destacamento policial de Lomas de Mirador, en La Matanza. El chico estaba muy golpeado, aseguraron. La policía Bonarense había presionado al joven para obligarlo a robar para los oficiales. Ahora, Arruga está desaparecido. La causa judicial prácticamente no avanzó en todo este tiempo: los 8 polícias sospechados nunca fueron indagados y siguen en la fuerza.
El caso se mantuvo con vigencia gracias a la lucha de sus amigos y familiares. Durante los primeros años fueron ignorados por la Justicia y por el poder político municipal, provincial y nacional. Esta situación se revirtió parcialmente en los últimos dos años. Ahora la causa está en un juzgado Federal y se logró que el Equipo de Antropología Forense pueda trabajar en el destacamento de Mirador. Ese predio, además, fue cedido a los familiares de Arruga que gestionarán allí un centro cultural.
El sábado pasado, sus allegados volvieron a recordó a Luciano y a pedir Justicia. AGENCIA PACO URONDO estuvo en la jornada y entrevistó a los hermanos del joven, Mario Alegre y Vanesa Orieta, a un amigo y a Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, de La Matanza. «No hay democracia posible mientras siga habiendo un desaparecido», coincidieron.
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