“El 1º, 2 y 3 de febrero paralizaremos el servicio de larga distancia ya que no tuvimos ningún tipo de respuesta a nuestras demandas salariales de parte del sector empresario”, dijo el secretario general de la UTA, Roberto Fernández.
El sindicalista destacó ser “consciente de que se trata de un servicio público, pero no nos queda otro camino por la negativa empresaria a satisfacer nuestra demanda”.
Fernández expresó que los empresarios del transporte de larga distancia fundamentan su negativa en “no otorgar aumentos porque el servicio no es rentable y amenazan, incluso, con despedir trabajadores”.
“Nosotros en la UTA estamos dispuestos a que se respeten las fuentes laborales y no vamos a permitir suspensiones ni despidos de ninguna naturaleza”, enfatizó.
El dirigente manifestó que “no sólo los empresarios, sino también las autoridades nacionales conocen nuestra situación.
No queremos que nos pase lo mismo que el año pasado, que discutimos paritarias durante siete meses”.
“Es hora de que atiendan como corresponde los reclamos de los trabajadores”, destacó. La medida de fuerza, de llevarse a cabo, repercutiría sensiblemente en el recambio turístico que se da en las fechas anunciadas para la medida de fuerza.