El matutino que calló las violaciones a los derechos humanos y acompaño la política del régimen que se extendió desde 1976 hasta 1983, lo publicó en una columna periodística, al tiempo que en un editorial compara la «transmisión de Fútbol para Todos con el fascismo».
La columna titulada: «Milani conformó la cúpula militar más numerosa desde 1983», del periodista Mariano De Vedia, se lee un repaso de las primeras decisiones del jefe del Ejército y luego hizo un análisis retrospectivo de la gestión de la ex ministra de Defensa, Nilda Garré. «Consolidada especialmente en la gestión de Garré, esa política se caracterizaba por el pase a retiro de oficiales `por portación de apellido, objetados por sus lazos sanguíneos con coroneles o generales que habían intervenido en la lucha contra la subversión», afirma.
A esta nota se suma el editorial del periódico de Bartolomé Mitre titulado «Fútbol para Todos, pan y circo fascista», en el que se equipara al Fútbol para Todos con el fascismo. Ambos textos están incluidos en la edición del lunes 13 de enero.
«Un monopolio que le ha permitido al Gobierno utilizar esos espacios de publicidad para realizar un proselitismo oficial de manera descarada e incluso atacar a gobernadores y a medios de comunicación críticos del oficialismo. El colmo sería que este vicio tan afín a las prácticas fascistas se extendiera a las transmisiones de los partidos del campeonato mundial de Brasil 2014», dice el diario.
No es la primera vez que el matutino hace referencia al gobierno y sus funcionarios de este modo. El 27 de mayo de 2013 el diario ya había comparado al actual gobierno nacional con el nazismo, en su editorial llamada «1933».
Allí se afirmaba que «hace 80 años el mundo fue testigo, silencioso y tolerante, de la gradual desaparición de una república y, en pocos meses, de la instalación de una dictadura con el apoyo entusiasta de la población y sus fuerzas vivas. La República de Weimar fue reemplazada por un régimen totalitario que concentró en una persona los tres poderes del Estado, eliminó los derechos individuales, controló la justicia, suprimió la prensa independiente y, finalmente, ejecutó el terrible Holocausto».
«Salvando enormes distancias, hay ciertos paralelismos entre aquella realidad y la actualidad argentina que nos obligan a mantenernos alerta», decía el editorial.
Ese lamentable artículo, despertó el repudio de dirigentes de la comunidad judía e historiadores que alzaron su voz contra la banalización del Holocausto.