Por Horacio Castelli
Los grandes políticos Necochenses se desgarran las gargantas gritando que “ahora si se puede tener un diálogo político adulto y sincero”. La pregunta es: ¿Para qué? En los primeros 8 meses de gobierno de Horacio Tellechea le exigían que Necochea se convirtiera en Berna. Después de 8 meses de gobierno interino y “dialoguista” para lo único que se pusieron de acuerdo fue para sacarle más plata a la gente que siempre aporta.
Las calles están cada vez peor, falta presión de agua, el tránsito es cada vez más caótico, no se trabaja en el cobro de las tasas a los morosos, los insumos siguen faltando en los hospitales, aumenta la deuda con la Universidad del Centro, no se paga el servicio de ambulancias a la UPC, hay importantes atrasos con los proveedores municipales, el horario del Bingo sigue siendo las 10 de la mañana, no se puso en funcionamiento el Juzgado de Faltas Número 2…
Los puntos suspensivos es para no cansar con la inoperancia extrema del gobierno interino de José Luis Vidal y la falta de trabajo “en serio” para solucionar los problemas que volvió a tener desde que se fue Horacio Tellechea.
El diálogo a espaldas de la gente es una falacia. Es una estrategia para que todo siga igual, que el soberano no se entere, que pasen los días y quedemos en el letargo en que nos han sumido los políticos que manejan la ciudad desde hace 20 años, pero con un interesante y refrescante interregno de Tellechea que movió las bases e hizo despertar a muchos habitantes que estaban adormilados.
Muchos de los funcionarios que están dentro del gobierno interino son saltimbanquis o camaleones que han ido mutando o trasladándose de un lugar a otro de la política con la sola intención de permanecer bajo el calor del poder.
Los políticos que hace años están enquistados no quieren dejar sus lugares porque no saben hacer otra cosa que elaborar las “roscas” políticas que los posicionan en lugares de decisión.
Los sectores que se acostumbraron a vivir como sanguijuelas del estado no quieren, que quienes le proporcionaron su cobijo durante tantos años se vayan, porque vaya a saber que pasa con los nuevos que comiencen en la política lugareña.
Sin dudas, son generaciones de personajes acostumbrados a chupar las mejores energías del distrito para beneficio propio sin importar la destrucción que pueden dejar a su paso. Son bárbaros, incultos y desaforados. Por eso, la paciencia es la mejor herramienta de trabajo para que huyan despavoridos ante la posibilidad de que la honestidad los roce.
«exigían que Necochea se convirtiera en Berna» y ahora parece Bosnia y también Botnia (la pastera contaminante)