El presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén (Necochea) cuenta a La Tecla cómo generará mayor previsibilidad. La idea de implementar el “puerto ciudadano” y las expectativas para 2014
José Luis de Gregorio, necochense de nacimiento, se hizo cargo de la presidencia del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén en diciembre de 2011. Desde entonces pudo ordenarlo, y ahora está a punto de lograr una ampliación histórica, que le dará más previsibilidad al lugar. Además sueña con que el muelle que comanda se transforme en “un puerto ciudadano”.
-¿Cómo es la situación del puerto Quequén actualmente?
-Cuando nos hicimos cargo de la gestión, hace ya dos años, nos planteamos objetivos, y uno de ellos fue profundizarlo y modernizarlo teniendo en cuenta una realidad que es la inauguración del canal de Panamá en el 2014, que es inminente. Con ello, la industria naval va a cambiar, se van a ver modificados los barcos, debido a que van a hacerlos con más capacidad. Por eso estamos convencidos de que tenemos que adecuar el puerto a esa nueva realidad.
-¿Y cómo se hace esa adecuación?
-La herramienta que utilizamos para encarar económicamente esa modernización y profundización fue un fideicomiso con el aporte del sector privado, al que le planteamos la idea y la comprendió y nos apoyó. Una vez logrado eso nos dedicamos a conformar el fideicomiso que se armó con el Banco de la Nación Argentina. El objetivo era llevar el canal a cincuenta pies. El contrato de creación de este fideicomiso se realizó en 2012, y se hizo operativo a inicios de este año. Hoy, esta herramienta, que nos sirve para financiar la mencionada obra, tiene una tasa cero de incobrabilidad y morosidad; no tenemos morosos ni deudores. Esto significa que el sector público que nos permitió desarrollar esta idea, la apoyó.
-¿De qué manera se sintió el apoyo del sector público?
-El sector público lo hizo a través de la exportación, ya que está aportando este dólar que ingresa o egresa a puerto Quequén, el encargado de materializar el depósito de la exportación. Sin dudas, es un costo que se le trasladó al productor, pero el productor también lo acompaña, porque ve que va a tener una contraprestación en la pizarra en el valor de sus mercaderías. También hay que destacar que hicimos una licitación por etapas múltiples y participan las cuatro empresas de dragados más grandes del mundo; los dragadores también ven la capacidad de pago del consorcio a través de esta herramienta. No recurrimos a préstamos, no nos endeudamos, solamente estamos siendo acompañados en una idea por el sector que en definitiva son nuestros clientes. El concepto de clientes es otro tema que queremos desarrollar en el puerto. Queremos tratar a quien se desarrolla en el puerto como cliente, dándole un ámbito donde haya armonía y tranquilidad para desarrollar negocios.
-¿Cuánto benefician al puerto las obras que se están desarrollando?
-Desde el consorcio creemos que la previsibilidad que estamos teniendo en el dragado, en las condiciones de ingresos y egresos de los barcos, favorece y hace transparente la situación del puerto. Creo que hay que terminar con las obras, hay que licitar y adjudicarlas, y después hay que ponerse a trabajar de manera muy fuerte en la logística, que son ingresos de mercadería en la ciudad, y también hay que entender la idea que hay en la ciudad, en la comunidad en la que estamos, Necochea y Quequén.
-¿También se lee como un fuerte impacto para la localidad?
-El puerto tiene un impacto económico en la ciudad directo e indirecto; cuando uno ve a los camioneros, la gente que carga los barcos, Prefectura, Aduana, Senasa, etcétera, el puerto es una fábrica. Nosotros lo tenemos como incorporado; lo que pasa es que cuando hay un volumen mayor, mayor se ve. También hay otro tema: que más volumen también es más molestia. Nuestra responsabilidad es minimizar la molestia a la ciudad, pero la contraparte de esto es un beneficio importantísimo en la producción y la economía de Necochea. No imaginamos a Necochea y Quequén sin el puerto; le da movimiento todo el año a la ciudad.