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Por Horacio Castelli

Es la Necochea del «No» a los proyectos serios, sin consistencia, con mentiras y sin verdades de cara a la gente.

Se sigue pretendiendo que el ciudadano común diga que sí, a los deseos inmobiliarios sobre el Parque Miguel Lillo.

Se utiliza una palabra que es un eufemismo en si misma «intervención», cuando se habla de «ocupar» el Parque Miguel Lillo.

Porque no es otra cosa, que avanzar en la ocupación de un espacio verde que necesita ser cuidado, pero en serio.

Ahora, resulta que para cuidar al Parque se han autorizado la instalación de Track Fuds en Pinolandia.

Ya hay instalado uno, y están cortando más árboles a los costados para la instalación de algunos más.

Parece ser, que la actividad de estos engendros gastronómicos van a ayudar al Parque.

Las intervenciones que necesita el Parque «Miguel Lillo», son estaciones de descanso para los que realizan atletismo.

Vertederos de agua para refrescarse, conexiones para que los bomberos lo utilicen si se produce un incendio.

Abrir sendas para que los árboles sanos respiren, reactualizar el estudio realizado por expertos.

La Necochea del «No», sigue imponiéndose.

El evitar los proyectos serios, las inversiones virtuosas, los funcionarios responsables, es seguir por el camino del «No».

Todos los expertos en el manejo de Parques, han coincidido que el mantenimiento de los árboles es imprescindible.

No se puede construir dentro del Parque, porque se producen movimientos negativos como ya sucede con el barrio cerrado instalado ilegalmente.

La apertura del Frente Costero hacia el sur es la aspiración de inversores especulativos.

Solo quieren construir espacios inmobiliarios para una selecta clientela sin importar el impacto ambiental.

Este Parque no fue creado para luego lotearse, como sí ocurrió con Villa Gesell y Cariló.

Además, esos dos emprendimientos fueron realizados por particulares, propietarios de esas tierras.

El Parque Miguel Lillo, fue donado para el fin al que fue destinado

Quienes niegan que se quiera lotear el Parque mienten, porque ese es el objetivo, aunque no lo quieren decir.

Lo más patético de esta situación, es que quienes están detrás de estos emprendimientos no lo quieren decir porque saben que es ilegal.

Que exista una ley que impida su «loteo», no es suficiente garantía, porque ya existe el antecedente del Barrio «Médanos».

Lo que se necesita es que «No» mientas más. «No» oculten la verdad. Dejen de imponer el «No» en el distrito de Necochea.