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El gobernador reunió a su tropa y activó el «Camino a 2027» a pesar de la carta de Cristina

• El Movimiento Derecho al Futuro se mostró optimista tras la derrota y blindó al gobernador como líder de la renovación peronista.
• Intendentes proponen «volver al peronismo» y piden la ruptura con La Cámpora y la salida de sus ministros del Gabinete bonaerense.

El gobernador Axel Kicillof reunió a unos 40 intendentes de su espacio interno, el Movimiento Derecho al Futuro, en un cónclave de alto voltaje político realizado en una casona histórica del corazón del Parque Pereyra Iraola, en Berazategui. La reunión, cargada de una «euforia positiva» pese a la derrota electoral del pasado domingo, sentó las bases para el futuro: «La elección 2025 ya pasó y ahora empieza el camino a 2027», fue el claro lineamiento del gobernador.

Blindaje a Kicillof y el eje 2027

El encuentro se produjo apenas horas después de la explosiva carta publicada por Cristina Kirchner, donde responsabiliza directamente a Kicillof por el resultado electoral y califica como «un error político el desdoblamiento» de las elecciones de septiembre. Sin embargo, a pesar de las críticas de la ex presidenta, el eje central de la reunión fue el armado político hacia 2027 con Kicillof a la cabeza.

Intendentes de la línea interna ya hablan de impulsar la campaña presidencial del gobernador bajo el lema «volver al peronismo», una consigna que resuena con el reciente acto de homenaje a José Ignacio Rucci por parte de la CGT.

Kicillof, que evitó cuestionar directamente a Cristina en su discurso, se limitó a señalar que algo debe estar haciendo bien cuando el peronismo de las provincias sigue sus movimientos. Afirmó que el armado bonaerense que lidera recibe embates de todo tipo: desde los Estados Unidos y el Gobierno nacional, por el recorte de recursos, hasta «desde el interior del peronismo», una clara referencia a la tensión con la ex presidenta.

Ruptura con La Cámpora y pedido de renuncias

La derrota electoral del domingo recrudeció las internas. Horas después de los comicios, varios intendentes que responden a Kicillof salieron a pedir la ruptura definitiva con La Cámpora. En términos llanos, la exigencia se centra en pedir la renuncia de los ministros controlados por Máximo Kirchner que aún forman parte del Gabinete bonaerense.

«Yo quiero que Kicillof sea presidente, pero teniéndolo a Máximo Kirchner, a La Cámpora y a Grabois al lado, no creo que sea potable», sentenció el intendente Ricardo Alessandro (Salto).

Desde el axelismo más duro se presiona para acelerar la ruptura con Cristina. El intendente de Laprida, Alfredo Fisher, quien fue uno de los pocos en hablar con la prensa, defendió el desdoblamiento de la elección de septiembre, asegurando que «con la conducción de Axel logramos en septiembre que más de 100 distritos consolidaran su territorio». Consultados por la carta de Cristina, Fisher fue categórico: «No aportó nada» y Kicillof es «el futuro del peronismo en Argentina».

Tensión en el Gabinete y misterio sobre los cambios

El entorno de Kicillof se niega por el momento a adelantar movimientos respecto al Gabinete. Si bien el gobernador es reacio a pedir renuncias por motivos puramente políticos, la presión interna es fuerte. Todo indica que no habrá cambios inminentes, aunque podría haber novedades en diciembre.

La carta de Cristina sacudió profundamente al gobierno. Mientras los ministros más cercanos a Kicillof almorzaron este viernes en la residencia de Carlos Bianco (Ministro de Gobierno) antes del cónclave, los ministros camporistas del Gabinete mostraron posicionamientos disímiles:

• Florencia Saintout (Cultura), Juan Martín Mena (Justicia) y Homero Giles (IOMA) republicaron el tuit de Cristina con sus críticas.
• Daniela Vilar (Ambiente) y Nicolás Kreplack (Salud) optaron por no reproducir la carta en sus redes.

La reunión con los intendentes fue tan sensible que el lugar fue motivo de confusión hasta último momento. Inicialmente se pensó en Casa de Gobierno, luego la escuela de policía Vucetich, hasta que finalmente se decidió la casona del Parque Pereyra Iraola, una construcción que Juan Domingo Perón había mandado a hacer con la intención de que Eva Perón la utilizara para su descanso.