Nerviosismo Extremo por Rumores de Quiebra de una ‘Gran’ Sociedad de Bolsa
El mercado financiero argentino vivió una jornada de alta tensión, alimentada por un persistente rumor que señalaba la posible quiebra de una de las principales Agencias de Liquidación y Compensación (Alycs) del país, ante la brutal caída de los bonos soberanos que ha destruido los márgenes operativos del sector.
La versión, que comenzó como un «murmullo de mesa» y escaló rápidamente en las redes sociales, puso en el foco a las grandes sociedades de bolsa y, en particular, a la crítica situación del Patrimonio Neto (PN) negativo.
Un PN por debajo de cero significa que los activos de la Alyc, valuados a precio de mercado, no son suficientes para cubrir sus pasivos y el capital regulatorio, una situación que, en la práctica, obliga a la empresa a entrar en un plan de regularización inmediata bajo la lupa de los reguladores.
El Termómetro de la City y la Especulación en Redes
La especulación, aunque no fue confirmada oficialmente, alcanzó para «enfriar la pantalla» y generar una corrida de llamados en la City.
La cuenta de X (ex Twitter) Roma Equity Research encendió las alarmas al postear: «Fundió una de las Alycs top 5 del país y yo no. Encima gané bastante plata. Hay que festejar. Año difícil».
Pese a que minutos después el mismo usuario intentó poner paños fríos mencionando a Balanz («Jajaja no puede ser que sea Balanz. Muy grande para caer»), el nombre de la reconocida firma ya estaba en el aire, junto a otros como Pharos y GMC.
Operadores consultados apuntaron a que la tensión se concentra en un «tridente» cercano al oficialismo —Pharos, GMC y Balanz—, que en los últimos días habrían mostrado picos de volumen inusuales.
Cabe recordar que hace un mes ya se había reportado que Alycs como Balanz Capital y Napoli Inversiones S.A. habían tenido que informar «hechos relevantes» a la Comisión Nacional de Valores (CNV) por pérdidas superiores al 15% de su patrimonio neto, a raíz del desplome de los bonos argentinos.
Ajuste del Torniquete Regulatorio
La fragilidad del mercado se da en un contexto de endurecimiento de las condiciones operativas. La Bolsa y Mercado Argentino (BYMA) ajustó el torniquete al salir a «pedir más garantías» y aplicar «precauciones generalizadas». Esto implica una suba de márgenes para operar futuros y cauciones, y recortes (haircuts) más duros sobre los colaterales.
La mecánica es «simple y letal», según un operador: si se financian posiciones con deuda de corto plazo (caución) y el activo se desploma, el bróker enfrenta un margin call (pedido de más garantías) que, de no ser cubierto, fuerza liquidaciones a precios de derrumbe, retroalimentando la caída del mercado. «Si estaban apalancados, los mató la baja», sentenció un operador de derivados.
Intervención del Tesoro y la CNV en la Mira
En paralelo al temblor bursátil, trascendió una supuesta «brutal intervención» del Tesoro de Estados Unidos, que habría quemado alrededor de USD 500 millones en el mercado argentino para intentar contener la escalada del dólar.
Sumado a esto, el Banco Central (BCRA) se sumó a la presión regulatoria al «intimar a los bancos con pedidos de información de todos los que suscribieron ON [Obligaciones Negociables]» en un intento por «cortar el rulo» y detectar arbitrajes que presionan las cotizaciones del dólar.
La escena se completó con reportes de intermitencias y caídas en la página web de la CNV, dificultando el chequeo de los números finos en tiempo real y aumentando el clima de incertidumbre.
PN Negativo: El Riesgo Sistémico
El problema de fondo radica en el impacto que tiene la caída de los bonos soberanos sobre las Alycs: 1) Cae el valor de la cartera propia y el colateral de clientes. 2) BYMA sube los márgenes. 3) La CNV exige más ratios patrimoniales.
Si en ese «triángulo» el broker está apalancado, el desfase puede llevar al temido PN negativo, encendiendo las alarmas de riesgo sistémico, ya que una Alyc grande no solo intermedia órdenes, sino que concentra cauciones, repos y derivados, y su inestabilidad puede contagiar los precios a todo el mercado.
La sensación al cierre de la jornada es que el mercado operó con una liquidez notablemente más corta. La pregunta que queda flotando es si el episodio de rumores fue solo un susto o la «primera ficha de una cadena más larga» en un ecosistema que, según los expertos, opera cada vez más al borde de su capital.
