Lula afirma que con Trump «surgió una industria petroquímica»
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció hoy que su país y Estados Unidos celebrarán este jueves una crucial reunión bilateral en Washington para abordar los aranceles adicionales, calificados de «tarifazo», impuestos por la administración de Donald Trump a productos brasileños.
Este encuentro marca el primer acercamiento formal entre autoridades de alto nivel de ambos países desde la tensa conversación virtual que Lula da Silva mantuvo con su homólogo estadounidense a principios de mes.
“Mañana (jueves) tendremos la conversación de negociación”, señaló el mandatario brasileño durante un evento en Río de Janeiro. En el mismo acto, Lula da Silva lanzó una frase contundente sobre su reciente diálogo con Trump: en la llamada “no surgió química, surgió una industria petroquímica”.
La irónica declaración hace referencia a la expresión de Donald Trump sobre “la excelente química” entre ambos, luego de un breve encuentro en los pasillos de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre pasado.
Tras ese contacto inicial, Trump designó al secretario de Estado, Marco Rubio, para liderar las negociaciones por la parte estadounidense. Rubio, a su vez, invitó al canciller Mauro Vieira a encabezar la delegación brasileña, la cual arribó a Washington la víspera para participar en las discusiones.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, adelantó que Brasil presentará sus mejores argumentos económicos para intentar revertir el arancel del 50 por ciento que entró en vigor el pasado 6 de agosto para casi 4.000 productos brasileños.
Haddad hizo hincapié en que Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil y destacó las oportunidades de inversión que ofrece el país suramericano, especialmente en sectores clave como la transición ecológica, minerales críticos, tierras raras y energías limpias (eólica y solar).
El «tarifazo» brasileño forma parte de la nueva política comercial impulsada por Trump, que busca aumentar los beneficios frente a diversos socios comerciales en un intento por revertir la pérdida de competitividad de la economía estadounidense.
Trump justificó la medida argumentando que Brasil estaba perjudicando a grandes empresas tecnológicas estadounidenses y, además, en protesta por lo que consideró una “cacería” contra el expresidente Jair Bolsonaro, quien fue condenado recientemente a más de 27 años de prisión por liderar una tentativa de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022.
