Agro, Principales

La crecida en la provincia de Buenos Aires se agrava

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CARBAP advierte por más de un millón de hectáreas anegadas y la pérdida de la próxima campaña

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitió una contundente advertencia sobre la catastrófica situación que enfrentan los productores en el centro de la provincia de Buenos Aires.

Según la entidad, las recientes lluvias agravaron drásticamente un panorama que ya estaba en su punto de quiebre.

En solo diez días, la superficie anegada en la región creció entre un 30% y 40%, superando el millón de hectáreas afectadas y comprometiendo gravemente la próxima campaña agrícola.


Un panorama desolador: el agua avanza sin freno

El relevamiento de CARBAP expone la gravedad de la situación en distritos como Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio, a los que se suman ahora Pehuajó, Lincoln y General Viamonte.

Las inundaciones no solo dejan tierras inutilizables, sino que también bloquean el acceso a innumerables campos, impidiendo el tránsito de maquinaria y provisiones esenciales.

La entidad subraya que este escenario es de una magnitud que no se veía en la provincia desde hace muchísimos años.

La zona afectada es clave para la producción nacional, ya que genera alrededor del 15% del maíz y la soja de Argentina.

Con las tierras inundadas, los productores ya descartan la siembra del maíz temprano, y la incertidumbre se extiende a otros cultivos vitales como la soja, el girasol o el maíz tardío.

Exigencias urgentes y un reclamo estructural

Ante la crisis, CARBAP reclama medidas inmediatas y efectivas por parte de los gobiernos provincial y nacional.

La entidad exige financiamiento a tasas diferenciadas, asistencia con maquinaria para la reparación de caminos y canales, y un alivio fiscal inmediato a través de la suspensión o postergación de impuestos y tasas.

Los productores advierten que no hay tiempo para la burocracia de las leyes de emergencia, ya que la situación requiere una acción rápida y coordinada.


Más que una crisis productiva: el impacto social

El drama de las inundaciones trasciende la esfera económica y golpea de lleno a las comunidades rurales. La falta de caminos transitables aísla a muchas familias, impidiendo la llegada de ambulancias y el suministro de insumos básicos.

Además, miles de niños y jóvenes se quedan sin clases durante días o incluso semanas, afectando su educación.

Desde CARBAP, se señala que la crisis actual es también una consecuencia directa de la falta de mantenimiento de los caminos rurales y la postergación del Plan Maestro del Río Salado.

Una obra estratégica como la del Salado, junto con un mantenimiento adecuado de la infraestructura vial, no habría evitado las lluvias, pero sí habría mitigado significativamente el impacto de las inundaciones, permitiendo una mejor gestión del agua.

La entidad pide una respuesta «inmediata, integral y coordinada» para asistir tanto a productores como a las familias afectadas, y advierte que la inacción podría agudizar un panorama ya crítico para miles de bonaerenses.