Economía, Nacionales

ECONOMÍA: La crisis de los kioscos en Argentina

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Cierran 43 por día por «competencia desleal y falta de regulación»

El vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Ernesto Acuña, alertó sobre la dramática situación que enfrenta el sector, al afirmar que «si no hacemos algo, el kiosco desaparece en la Argentina».

Según datos de la entidad, un promedio de 43 kioscos cierran por día, una cifra alarmante que sumó 16.000 comercios menos en solo un año.

En diálogo con el programa “Pase lo que Pase” de Radio Provincia, Acuña explicó que la crisis es el resultado de una combinación de factores, entre los que se destacan la recesión económica, la competencia desleal y la falta de regulación.

«Es muy triste. Cada año que pasa vemos que somos menos», lamentó el dirigente. Acuña se refirió a la irrupción de grandes cadenas de mini-mercados que operan las 24 horas y saturan los barrios, instalando varios locales en pocas cuadras.

Esta situación, sumada a la caída del poder adquisitivo de los consumidores, golpea directamente al kiosquero de barrio, cuyo promedio de edad es de 50 a 60 años.

«El kiosquero de barrio tiene una edad promedio de 50 o 60 años y ya no puede reinsertarse en el mercado laboral y, quizás, quería jubilarse en su kiosco», sostuvo Acuña, destacando la vulnerabilidad de estos trabajadores.

Desaparece la exclusividad

El vicepresidente de UKRA también señaló la pérdida de exclusividad de los productos tradicionales de kiosco. «Nuestra mercadería era exclusiva del kiosco.

Ahora la farmacia vende golosinas, las verdulerías venden bebidas, el supermercado vende cigarrillos», denunció.

Acuña describió esta situación como un «sálvese quien pueda» en el que cualquier comercio vende cualquier tipo de artículo, diluyendo la oferta de los pequeños negocios.

Ante este panorama, UKRA insta a las legislaturas locales a tomar cartas en el asunto. Acuña propuso que se regule la venta de artículos de kiosco y se dicte una ley de proximidad que impida la instalación de comercios del mismo rubro uno al lado del otro.

Además de la competencia, el dirigente señaló que los precios de los productos de kiosco continúan subiendo por encima de la inflación, lo que impacta directamente en las ventas.

«Comprar una golosina empieza a ser un lujo», afirmó Acuña, quien observó un cambio en los hábitos de consumo de los clientes, quienes ahora optan por segundas marcas o promociones.

«La gente va cambiando sus hábitos de consumo, resigna gastos y se acostumbra a vivir con menos, pero no están bien, se los ve tristes, estresados», concluyó.