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Es increíble como Milei les tomó el pelo a las entidades del campo integradas en la Mesa de Enlace.

Primero les subió las retenciones en cuanto asumió y ahora, se las rebajó, pero las dejó por encima de las que había establecido Alberto Fernández.

La ovación la tiene merecida Milei, porque los hizo ilusionar por 48 horas a los productores, que creyeron que los estaban beneficiando a ellos y en realidad estaba cerrando un acuerdo con el presidente de la Sociedad Rural Argentina.

¿En qué consistió este acuerdo?

Una de las primeras medidas, a las pocas horas de este Hot Sale, fue la designación de Carlos Curci, hasta ahora vocero de la Sociedad Rural (SRA), como nuevo interventor en el área de los medios públicos.

De esta manera comienza una serie de nombramientos de hombres vinculados a Pino, para agradecerle las maniobras que terminaron en esta gran mentira gubernamental hacia el campo.

¿Cómo sigue este cuento?

Un viejo dicho expresa que “Las mentiras tienen patas cortas”. Y esta mentira de Milei duró solo 48 horas, y la decepción que se visualiza en los verdaderos productores es muy evidente.

Cuando comienzan a hacer los números, con un dólar depreciado, con insumos que suben permanentemente, con precios en baja, la rentabilidad no llega.

Y el odio que algunos chacareros le tienen al kirchnerismo en mayor medida y al peronismo en menor medida, va dejando espacio a la desesperación de no poder pagar los créditos solicitados y el fantasma de los remates vuelve a sentirse muy cerca.

¿Cómo termina la historia?

En realidad, tiene dos finales:

1. el que casi se concreta después de los gobiernos de Menem y De La Rúa, que lo evitó un decreto de Néstor Kirchner, que es el remate de los campos argentinos.
2. Que las fuerzas políticas comprometidas con la Patria, se unifiquen y eviten la entrega que está llevando adelante el gobierno de Milei.

Y lo último que aparecerá será The End o Fín.