Economía, Nacionales

ECONOMÍA: Preocupación empresarial

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Crece la preocupación empresarial por el futuro del plan económico: «No está claro»

Aunque el orden fiscal y la desaceleración de la inflación son celebrados, la incertidumbre se apodera del sector empresarial argentino.

Una creciente preocupación por el rumbo del plan económico del gobierno de Javier Milei y Luis Caputo se manifiesta ante señales de alerta en la tasa de interés, el dólar y la actividad económica.

La «Fase 4» del plan, con las elecciones de medio término a la vuelta de la esquina, genera más dudas que certezas.


Tasas disparadas y dólar en la mira

La «mala praxis» del equipo económico en el desarme de las Letras de Financiamiento (Lefis) ha provocado un descontrol en la tasa de interés, que continúa escalando.

«Cuando las tasas de interés se disparan, no es una oportunidad, es que el riesgo aumenta de un modo peligroso», advirtió el economista Pablo Tigani.

En la city porteña, resuena la preocupación por la calma cambiaria, lograda a base de intervención en los dólares financieros y el mercado de futuros, lo que podría tener un costo futuro.

Un informe de Facimex Valores revela que el Banco Central vendió más de $3.600 millones de dólares en contratos de dólar futuro en el último mes, una dinámica que podría convertirse en una «bomba de tiempo» si el tipo de cambio oficial se rezaga y los operadores buscan cobertura.

Un importante empresario, que fue uno de los primeros en apoyar a Javier Milei, confesó a LPO: «Dejaron pasar la liquidación del campo sin sumar reservas, las tasas se dispararon, el dólar ya está cerca del techo de la banca y ahora dicen que después de las elecciones podrían devaluar. La verdad no tengo claro cómo sigue el plan económico».


Actividad económica sin alivio y advertencia de Amcham

Los datos de actividad económica tampoco traen consuelo. El último informe del Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL marcó una caída del 1,2% en junio respecto a mayo (medición desestacionalizada), y del 0,8% en relación al primer trimestre del año.

El Observatorio IPA, que nuclea a industriales pymes, alerta que el crecimiento interanual se explica más por el «efecto estadístico de la profunda contracción de 2024 que por un cambio estructural», es decir, un rebote más que una recuperación genuina.

En el sector privado, la sensación compartida es que si la actividad no reacciona, el superávit fiscal podría volverse insostenible.

Se compara la situación con programas que descansaron en «falsos superávits», como los de Grecia antes de 2010 o Turquía a principios del milenio, que suelen terminar en un colapso de confianza.

Desde Amcham, la cámara que agrupa a las empresas estadounidenses en Argentina, se emitió un mensaje claro: para que lleguen inversiones genuinas, el gobierno debe garantizar libre acceso al mercado de cambios para el giro de dividendos, regalías y pago de deudas comerciales o financieras.

En encuentros con fondos de inversión en Wall Street, desarrolladores importantes recibieron el mismo diagnóstico: «Hay entusiasmo con Milei y la Argentina, pero para invertir quieren esperar que se libere el cepo para girar dividendos, ver cómo le va en las elecciones y que la calificación del país mejore».


¿Plan consistente o improvisación?

Los empresarios observan que, si bien la economía logró evitar el colapso, sigue en una curva cerrada con los faros rotos.

La incertidumbre radica en si lo que sigue forma parte de un plan consistente o si, una vez más, se ha comenzado a improvisar.

«Porque el ajuste ordena, sí. Pero también agota», sentenció a LPO un importante empresario textil, reflejando el agotamiento y la falta de claridad que embargan al sector.