
El discurso es potente, el grito es fuerte, pero ¿qué pasa cuando la realidad exige respuestas concretas?
Las huestes de La Libertad Avanza, a lo largo y ancho del país, y en particular aquí en Necochea, están experimentando el duro golpe de la contradicción.
La narrativa que los impulsó parece desmoronarse ante las preguntas más elementales que los ciudadanos les plantean y que ellos, simplemente, no logran contestar.
La reacción es predecible y ya conocida: ante cada cuestionamiento periodístico, la respuesta es una andanada de gritos e insultos, con el kirchnerismo como el chivo expiatorio de todos los males.
Una estrategia que, si bien pudo ser efectiva en el calor de la campaña, hoy se muestra insuficiente frente a las urgencias de la gestión.
La Gestión que No Llega a Necochea
Los ejemplos son contundentes y preocupantes. La decisión de quitar las cápitas a los jubilados sin previa consulta, intentando derivarlos a una clínica sin la capacidad necesaria para atenderlos, es una muestra clara de la desconexión.
Lo más alarmante es que los propios libertarios necochenses parecen estar tan desinformados como los ciudadanos afectados, sin haber sido consultados ni avisados de estas medidas que impactan directamente en la vida de sus conciudadanos.
Las propuestas económicas, como la esgrimida por el primer candidato a concejal, Juan Cerezuela, de manejar el Estado como una empresa donde «si no tenés plata, tenés que cerrar», suenan simplistas y peligrosas.
¿Quién se encargaría entonces de la recolección de basura, el agua corriente, el mantenimiento de las calles de tierra y asfalto, o la atención en hospitales y CAPS? Son preguntas básicas, sí, pero fundamentales, que parecen no haberse formulado en su análisis.
Entre Acusaciones y Realidades Económicas
La constante acusación a los periodistas «ensobrados» es otro pilar de su relato. Sin embargo, mientras señalan con el dedo, figuras mediáticas como Majul, Trebuk o Viale, y la legión de trolls que operan, se ubican en una larga y costosa fila que, paradójicamente, se sostiene con «la nuestra», como les gusta decir.
La realidad económica también desmiente la narrativa. Es falso que la coparticipación del gobierno nacional llegue en tiempo y forma.
La obra pública está paralizada, las rutas nacionales lucen desatendidas y la deuda que la nación mantiene con el Municipio de Necochea, que asciende a varios miles de millones por obras nacionales que la comuna debió asumir, sigue sin saldarse.
Hay un dato crucial, que los libertarios necochenes, quizá por desconocimiento, ocultan: el Municipio de Necochea paga el IVA.
En 2024, nuestra ciudad aportó al Estado nacional 4 mil millones de pesos por este concepto. Si ese dinero, que «desaparece» en las arcas del gobierno de Milei, quedara en la ciudad, no solo no sería necesario aumentar las tasas municipales, sino que incluso permitiría financiar más obras y mejorar los servicios.
Cuando las verdades emergen, los relatos se terminan. Es una lección que varios gobiernos, de distintos signos políticos, han aprendido a lo largo de la historia. Y a este, lamentablemente, le está ocurriendo lo mismo.
Es una pena que los libertarios de Necochea, en su intento de emular a sus dirigentes nacionales, no perciban que estos últimos ni siquiera los registran, ni para avisarles de las medidas que afectan directamente la vida de quienes representan.
