Cristina Kirchner cede ante Kicillof y se evitan rupturas
Buenos Aires, Argentina – En un giro decisivo en las álgidas negociaciones por la conformación de las listas electorales del peronismo bonaerense, Cristina Kirchner aceptó anoche la propuesta del gobernador Axel Kicillof para que las dos secciones del conurbano sean encabezadas por candidatos de su riñón. Esta cesión, ocurrida en el momento de mayor tensión, allanó el camino para un acuerdo que busca evitar una fractura interna de cara a las próximas elecciones.
Las discusiones, que se habían iniciado el sábado en La Plata, arrancaron con un Kicillof pidiendo el 50% de las listas, lo que generó un clima inicial de fuerte tensión. Mayra Mendoza y Facundo Tignanelli representaron a La Cámpora, mientras que Sergio Massa y Alexis Guerrera lo hicieron por el Frente Renovador.
Cerca de las 21 del sábado, las negociaciones llegaron a un punto crítico. La falta de avances y la creciente crispación llevaron a un importante funcionario del gobierno de Kicillof a bajar la orden a todos los distritos para armar listas cortas. Este movimiento generó un efímero momento de euforia entre los «halcones» del Movimiento Derecho al Futuro, quienes vieron la posibilidad de una ruptura inminente.
El reglamento interno de Fuerza Patria se convirtió en un factor clave. Las listas debían ser firmadas por seis apoderados –dos de cada sector– mediante un sistema de firmas cruzadas, lo que implicaba que ninguna candidatura podía ser aprobada sin todas las rúbricas. Además, en los distritos gobernados por intendentes peronistas, si bien todos los apoderados debían firmar, la lista era armada por el propio intendente.
Un punto crucial del reglamento establecía que cualquier intendente que decidiera avanzar con una lista corta sería considerado como si abandonara Fuerza Patria, otorgándole al peronismo el derecho de armar una lista alternativa en ese distrito. Fue precisamente de este punto que se valió Máximo Kirchner para dar una orden similar, instruyendo el armado de listas locales de Fuerza Patria sin la inclusión de los intendentes afines a Kicillof. Se produjo entonces un movimiento «espejo», con el armado de Kicillof y el de La Cámpora junto al massismo avanzando en paralelo.
Magario y Katopodis, claves en la estrategia de Kicillof
En medio de esta escalada, se produjo la decisiva conversación entre el gobernador y Cristina Kirchner. Axel Kicillof planteó que las listas del conurbano debían ser encabezadas por la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis. Si bien Sergio Massa respaldaba la postura de Kicillof, la expresidenta se mostraba reacia a aceptarla.
El principal argumento de Cristina Kirchner era que ambas candidaturas serían «testimoniales», una estrategia que, según ella, sería duramente criticada por la oposición. Sin embargo, Kicillof insistió y defendió su plan, argumentando que tanto Magario como Katopodis contaban con buenos niveles de medición en las encuestas que maneja el gobierno provincial. Además, hizo hincapié en la importancia de La Matanza, el distrito de Magario, como un bastión fundamental para traccionar votos en la elección general.
Un momento al borde de la ruptura
Alrededor de las 22 horas, la tensión era máxima. Cristina Kirchner no cedía y Axel Kicillof tampoco. La expresidenta proponía a Mariano Cascallares para la Tercera Sección y a Federico Achával para la Primera, insistiendo en que estas serían candidaturas «reales» y no testimoniales, una idea que Kicillof rechazó de plano.
Fue el punto más caliente de la negociación, un momento en el que el peronismo nunca estuvo tan cerca de la ruptura. «Era una coreografía para una guerra que no iba a suceder, pero si a alguno se le escapaba un tiro volaba todo por el aire», reveló a LPO una fuente cercana a la negociación, describiendo la delicada situación que se vivió. La cesión de Cristina Kirchner marcó un antes y un después, permitiendo que las negociaciones continuaran y se evitara una implosión que habría tenido serias consecuencias para el futuro político del peronismo bonaerense.
