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JUSTICIA: La sucesión de Beatríz Sarlo

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Un drama judicial que no da tregua

La disputa por la herencia de la aclamada escritora y ensayista Beatriz Sarlo continúa generando giros inesperados, dignos de una de sus propias novelas.

La última novedad en el expediente es la fallida excusación de uno de los jueces intervinientes, lo que añade aún más intriga a un caso que ya enfrenta a un exmarido, el encargado del edificio y hasta el Gobierno porteño.

Todo comenzó cuando el juez Fernando Cesari, del Juzgado Civil 60, intentó apartarse del caso alegando una «larga y afectuosa relación» con Agustín Mariano Lipovsek Albores, abogado de uno de los supuestos herederos, y con su familia.

Cesari argumentó que el letrado se desempeñó como secretario interino en su tribunal y que la madre del abogado fue pediatra de sus hijos «durante largos años», configurando una «grave cuestión de decoro y delicadeza» en los términos del artículo 30 del Código Procesal.


Excusación rechazada: «No se constatan potenciales situaciones que afecten la neutralidad»

Sin embargo, la magistrada Cecilia Kandus, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil 24 de Capital Federal, rechazó la excusación de su colega.

Kandus fue enfática al señalar que «las causales de excusación sólo tienen vigencia en relación a las partes litigantes y no a los profesionales que los representan o patrocinan».

Además, la jueza destacó que la vinculación con el letrado y su madre «de ningún modo habilitan a la excusación pretendida por motivos graves de decoro y delicadeza».

Según la resolución, las excusaciones de los magistrados «no deben basarse en meras razones de delicadeza personal», y para admitirlas, deben mediar «escrúpulos fundados en razones serias, como la violencia moral, siempre que medien circunstancias de excepción que la hagan procedente».

En su argumentación, la jueza Kandus concluyó que «no se constatan potenciales situaciones con entidad para afectar la neutralidad de juicio, generar alguna incompatibilidad de intereses o provocar la pérdida de objetividad en alguna medida; tampoco se reconocen motivos de neta índole personal con el fundamento necesario para justificar el apartamiento del conocimiento de la causa». Tampoco encontró «falta de imparcialidad» que pudiera justificar el apartamiento del juez Cesari.


Un entramado complejo: herencia en disputa

La muerte de Sarlo, reconocida figura intelectual, desató una verdadera «novela» en torno a su patrimonio.

En el centro de la disputa se encuentra su departamento, con la aparición de dos cartas que supuestamente legarían la propiedad al encargado del edificio donde residía.

Al mismo tiempo, su exmarido, de quien Sarlo se había separado hace 50 años, reclama la parte que considera legítima.

La decisión de la jueza Kandus de no aceptar la excusación implica que el incidente se elevará a la Cámara, que será la encargada de definir si el juez Cesari debe o no continuar interviniendo en el expediente.

Mientras tanto, la sucesión de Beatriz Sarlo promete seguir sumando capítulos a esta inesperada trama judicial.