Bahía Blanca inicia la reparación de 51 calles devastadas dos meses después de la histórica inundación
Exactamente dos meses después de la trágica inundación del 7 de marzo que dejó 17 víctimas fatales y una ciudad con graves daños, el Municipio de Bahía Blanca ha puesto en marcha un ambicioso plan de reconstrucción vial.
Con una inversión provincial superior a los 8 mil millones de pesos, se dio inicio a un programa integral que abordará la pavimentación y repavimentación de 51 calles severamente afectadas por el temporal.
Las obras, enmarcadas en un convenio firmado con el Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, implican una intervención profunda en la infraestructura vial.
La magnitud del desastre requirió trabajos que van más allá del simple arreglo superficial, incluyendo rellenos de gran volumen –algunas cuadras necesitaron más de 100 bateas de material– y la recomposición de redes subterráneas y cordones cuneta.
Desde el inicio de la emergencia, el Municipio, con equipos propios y contratados, se enfocó en la estabilización de las zonas más comprometidas.
El intendente Federico Susbielles había anticipado un plan de reconstrucción vial sin precedentes, dada la gravedad de los daños en diversos barrios.
Las tareas se llevarán a cabo en dos etapas. La primera se centrará en las delegaciones Norte, Harding Green, Villa Rosas y General Daniel Cerri, abarcando arterias clave como Gualeguay, Sor Juana Inés de la Cruz, Los Tamariscos, Juan Manuel de Rosas, Pronsato y Rizzo, entre otras. En esta fase, también se construirá un nuevo desagüe pluvial en el sector de Rincón y Bouchard.
La segunda etapa comprenderá sectores de Las Villas, Altos, Centro, Noroeste y Sesquicentenario. Allí se trabajará en la pavimentación y repavimentación de calles deterioradas como Paroissien, Indiada, Cristo Redentor, Junín, así como en intersecciones de alto tránsito como Maldonado y Pampa Central o Don Bosco y La Plata.
Este plan vial es parte de una estrategia de respuesta integral a la emergencia, que incluye la limpieza de canales y arroyos, el reacondicionamiento de espacios públicos, la mejora de servicios básicos y la asistencia directa a las familias damnificadas.
Además, se proyectan nuevas obras de desagües pluviales y la adecuación de las redes de servicios para mitigar riesgos ante futuros eventos climáticos.
A dos meses de la tragedia, la reconstrucción de Bahía Blanca avanza combinando trabajo técnico, inversión pública y coordinación entre los diferentes niveles del Estado, con el objetivo de superar el impacto de la catástrofe y fortalecer la infraestructura urbana frente a posibles contingencias futuras.
