A 45 años de su colapso: Recuerdan la trágica caída del Puente Ezcurra que unía Necochea y Quequén. También del Puente Ferroviario.
Hoy se cumplen 45 años de un evento que marcó la historia de las ciudades de Necochea y Quequén: el derrumbe del Puente Ignacio Ezcurra.
Esta importante estructura vial, inaugurada en 1971, conectaba ambas márgenes del río Quequén en las cercanías de su desembocadura en el Puerto Quequén, facilitando la comunicación y el desarrollo de la región.
La naturaleza demostró su fuerza implacable durante el otoño e invierno de 1980

Las intensas lluvias que azotaron el sudeste bonaerense provocaron un aumento extraordinario del caudal del río Quequén.
Para fines de abril de ese año, el desborde era inminente, obligando a los vecinos ribereños a evacuar sus hogares ante la crecida que anegaba viviendas, escuelas e incluso la terminal de ómnibus.
El fatídico 29 de abril de 1980, alrededor de las 16:30, la presión del agua se hizo insostenible y una sección central de aproximadamente 130 metros del Puente Ezcurra se derrumbó estrepitosamente.
Ese mismo día, también sucumbió el antiguo puente ferroviario, que ya se encontraba fuera de servicio desde 1966.
El colapso del Puente Ezcurra representó un duro golpe para la conectividad entre Necochea y Quequén, afectando la vida cotidiana de sus habitantes y la operatoria del crucial Puerto Quequén.
Tras la tragedia, los restos del puente se convirtieron en un triste testimonio del poder de la naturaleza.
En la década de 1980, el buque Ribera Gallega fue ubicado sobre uno de los pilares de la margen Quequén, permaneciendo allí durante décadas hasta su reciente traslado para desguace en 2022.
A pesar del tiempo transcurrido, la necesidad de reconstruir el Puente Ezcurra ha sido una constante en la agenda de las autoridades y la comunidad local.
Diversos proyectos han surgido a lo largo de los años, reconociendo el enorme potencial que una nueva conexión vial tendría para dinamizar la región y optimizar la actividad portuaria.
Hoy, a 45 años de aquel trágico suceso, la memoria del Puente Ignacio Ezcurra perdura en la historia de Necochea y Quequén, al igual que la esperanza de ver renacer una conexión vital entre ambas ciudades.
