El nuevo indicador de riqueza europea ayuda a los responsables políticos a abordar la desigualdad
La medida combinada permite una comprensión más profunda de cómo la distribución de la riqueza afecta la salud general de las economías
Los economistas vigilan las disparidades de ingresos porque pueden convertirse en desigualdades de riqueza más estructurales que preocupan a los responsables de las políticas.
Las brechas de riqueza más amplias también pueden afectar la transmisión de la política monetaria y la estabilidad financiera.
En consecuencia, el Sistema Europeo de Bancos Centrales desarrolló nuevas Cuentas de Riqueza Distributiva experimentales para la zona del euro y la mayoría de los países de la Unión Europea.
Al combinar la información sobre la riqueza extraída de las encuestas de hogares con indicadores económicos más amplios, los nuevos datos ofrecen un panorama integrado de la riqueza en los distintos grupos que coincide con las cifras de las cuentas nacionales.
La publicación de este año también marcó un avance significativo en el abordaje de la recomendación del Grupo de los Veinte sobre los resultados de riqueza de los hogares, como parte de la tercera fase de la Iniciativa sobre Brechas de Datos, una asociación liderada por el G20 que involucra al FMI, el Grupo Interinstitucional sobre Estadísticas Económicas y Financieras, el Consejo de Estabilidad Financiera y autoridades estadísticas, que trabajan para mejorar la calidad de los datos económicos y financieros en todo el mundo.
Como muestra el gráfico de la semana, la riqueza neta en la zona del euro aumentó un 27% en los últimos cinco años, acompañada de una ligera disminución de la desigualdad, en parte porque los propietarios de viviendas se beneficiaron del aumento de los precios de la vivienda.
La proporción de riqueza en manos del 10% más rico se situó en el 56% en el cuarto trimestre de 2023, mientras que la mitad inferior tenía solo el 5%. En comparación, el 10% más rico a nivel mundial posee alrededor de tres cuartas partes de la riqueza total, según el World Inequality Lab.
Estas Cuentas de Distribución de la Riqueza superan con creces el alcance de los datos de distribución estándar. Son cruciales porque no solo detallan quién posee qué (desde bienes raíces hasta ahorros), sino que también alinean estas cifras con las métricas económicas más amplias de un país entero.
Esta integración proporciona estimaciones más oportunas y permite una comprensión más profunda de cómo la distribución de la riqueza interactúa con la salud económica general.
Además, mantener la coherencia entre los distintos países permite realizar comparaciones más significativas y formular políticas informadas.
En esencia, estos informes ofrecen a los responsables de las políticas un panorama más claro y completo de las tendencias económicas, lo que ayuda a diseñar políticas que aborden la desigualdad y promuevan la equidad económica.
La recomendación del G20 ampliará este tipo de análisis más allá de Europa. Treinta y tres países, incluidos 13 del G20, se han sumado a un nuevo grupo de expertos convocado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos para colaborar y elaborar estimaciones de distribución de la riqueza armonizadas a nivel internacional.
Estas estimaciones complementarían los datos existentes sobre ingresos, consumo y ahorro, y proporcionarían un panorama único y coherente de la desigualdad económica en los distintos países.
El aprovechamiento de los datos sobre la distribución de los hogares ayuda a los responsables de las políticas a fomentar un crecimiento económico que beneficie a todos y a comprender mejor cómo sus políticas afectan a las personas, lo que a su vez sienta las bases para elaborar políticas más equitativas en el futuro.
—Este blog es de Francien Berry y Darja Milic, economistas del Departamento de Estadística del FMI, Henning Ahnert, jefe de cuentas financieras y estadísticas fiscales del Banco Central Europeo, y Jorrit Zwijnenburg, jefe interino de cuentas nacionales de la OCDE.