El nuevo «Triángulo del Caribe» parece ser una pesadilla logística para los comerciantes y transportistas en la región.
A diferencia del legendario Triángulo de las Bermudas, donde desaparecían barcos y aviones en circunstancias misteriosas, este triángulo se refiere a la desaparición de contenedores en los puertos de Kingston, Cartagena y Manzanillo debido a demoras y congestiones.
La situación es crítica, con contenedores varados durante semanas o incluso meses, y nadie sabe cuándo volverán a ver su carga. Los reportes de salida son inciertos, y la temporada alta se avecina, lo que podría multiplicar los retrasos.
Algunas alternativas que se mencionan son Santa Marta SMITCO en Colombia, dirigida por Christian Castellanos, y Balboa en Panamá, que ofrecen rutas más seguras para mover mercancías por tierra. Sin embargo, no está claro si estas opciones serán suficientes para resolver el problema.
Es importante destacar que existe otro concepto conocido como «Triángulo del Caribe», que se refiere a una iniciativa para promover la cooperación y el comercio entre Costa Rica, Panamá y la República Dominicana ². Sin embargo, en este contexto, el término se utiliza para describir la crisis logística en la región.
Es urgente encontrar respuestas y alternativas para resolver este problema y evitar que el comercio en el Caribe se paralice. ¿Qué medidas se pueden tomar para abordar esta situación? ¿Qué soluciones pueden ofrecer los expertos en logística y comercio internacional?
