En una medida que transformará el panorama económico de la región, el gobierno argentino ha otorgado la aprobación para un importante proyecto de exploración petrolera en la costa de Necochea.
Shell y Qatar Petroleum, en una empresa conjunta, invertirán aproximadamente 90 millones de dólares para explorar posibles reservas de hidrocarburos en los bloques CAN 107 y 109.
Ubicados a unos 200 kilómetros de la costa, estos bloques cubren vastas extensiones del Atlántico Sur, abarcando profundidades de 200 a 2.500 metros.
El proceso de exploración comenzará con la recopilación de datos sísmicos, utilizando tecnología avanzada para mapear el subsuelo e identificar posibles depósitos de petróleo y gas.
Este método no invasivo implica la emisión de ondas sonoras en el fondo marino y el análisis de los ecos que retornarán.
La decisión de dar luz verde a este proyecto ha suscitado tanto entusiasmo como preocupación entre las comunidades locales y los grupos ambientalistas.
Los defensores argumentan que la exploración podría generar importantes beneficios económicos, incluida la creación de empleo y un aumento de los ingresos del gobierno.
Sin embargo, los críticos temen que el proyecto pueda plantear graves riesgos para los ecosistemas marinos, incluidos los mamíferos marinos, los peces y los delicados arrecifes de coral.
Para mitigar los posibles impactos ambientales, las empresas involucradas se comprometieron a cumplir con estrictas normas ambientales y realizar un monitoreo regular de la vida marina.
Además, el gobierno argentino impuso varias condiciones al proyecto, entre ellas la exigencia de evaluaciones de impacto ambiental detalladas y la implementación de planes de respuesta a emergencias en caso de derrames o accidentes.
El puerto de Mar del Plata será un centro logístico clave para el proyecto, brindando servicios de apoyo e instalaciones para los buques de exploración.
Se prevé que la fase de prospección sísmica durará aproximadamente de dos a tres meses por bloque, con la posibilidad de realizar más actividades de exploración y perforación en función de los resultados.
A medida que avance el proyecto, será seguido de cerca por ambientalistas, expertos de la industria y residentes locales por igual.
El resultado de esta exploración podría tener implicaciones de largo alcance para la seguridad energética y el desarrollo económico de Argentina, al tiempo que plantea importantes preguntas sobre el equilibrio entre el crecimiento económico y la protección del medio ambiente.