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Cualquier persona que intentara acceder a X en Brasil fue bloqueada este sábado, después de que el país aplicara una suspensión de la red social de Elon Musk ordenada por un tribunal.

En las últimas 24 horas, los brasileños, incluido el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se han despedido de X, y algunos han publicado enlaces a sus perfiles en otras plataformas de redes sociales.

Los intentos de acceder al sitio en un navegador web o a través de la aplicación este sábado se encontraron con un mensaje de error.

El bloqueo se produce después de que el Tribunal Supremo de Brasil ordenara este viernes la suspensión de X, porque Musk se negó a nombrar un representante legal en el país.

La ley brasileña exige que las empresas que operan en la jurisdicción tengan representación legal. Pero X, antes conocida como Twitter, cerró su oficina de representación brasileña el 17 de agosto después de que el juez Alexandre de Moraes amenazara con procesar a sus representantes locales por su reticencia a cumplir las órdenes de bloquear usuarios.

Esta medida agrava aún más la disputa que desde hace meses se libra en torno a la libertad de expresión, las cuentas de extrema derecha y la desinformación.

El Tribunal Supremo ya había ordenado el bloqueo de varias cuentas X en el marco de una amplia investigación sobre la difusión de desinformación en Internet y la incitación al odio para socavar la democracia del país.

De Moraes advirtió a Musk este miércoles por la noche que X podría ser bloqueada en Brasil si no cumplía la orden de nombrar un representante, y estableció un plazo de 24 horas. Dijo que la plataforma seguiría bloqueada hasta que cumpliera.

La disputa se amplió este viernes cuando el Tribunal Supremo denegó una apelación de la empresa de internet por satélite Starlink -también propiedad de Musk- para descongelar sus cuentas financieras, según la filial de CNN en Brasil.

Las cuentas financieras de Starlink, un proveedor de servicios de Internet que el multimillonario de la tecnología también posee a través de SpaceX, fueron bloqueadas en el país este jueves para garantizar el pago de las multas impuestas como parte de las disputas legales que involucran a X.

Starlink es utilizado por más de 250.000 personas en Brasil, según SpaceX. El servicio, que no requiere conexión por cable, es especialmente popular en la selva amazónica y en localidades rurales remotas, y lo utilizan a diario académicos, operadores turísticos y funcionarios públicos de la región, así como unidades del Ejército brasileño desplegadas allí.

Durante la apelación de Starlink, la empresa alegó que no es parte en el caso contra X, y que la orden de congelar sus cuentas viola sus derechos básicos de propiedad.

La sentencia de este viernes sobre Starlink no afecta inmediatamente a la empresa, aunque ésta advirtió este jueves en un comunicado que «impide a Starlink realizar transacciones financieras en ese país.»

«Esta orden se basa en una determinación infundada de que Starlink debe ser responsable de las multas impuestas -inconstitucionalmente- contra X», dijo el proveedor de internet en el comunicado, publicado en X.

A última hora de este jueves, Musk dijo que el servicio de Starlink seguirá activo de forma gratuita ya que la compañía no puede recibir pagos debido a la orden judicial.

«¡Muchas escuelas y hospitales remotos dependen de Starlink de SpaceX!». escribió Musk en X.

Brasil es un mercado importante para X, que ha luchado con la pérdida de anunciantes desde la adquisición de Musk. Unos 40 millones de brasileños, aproximadamente una quinta parte de la población, acceden a X al menos una vez al mes, según el grupo de investigación de mercado Emarketer.

Las cuentas que la plataforma ha cerrado anteriormente por orden de Brasil incluyen a legisladores afiliados al partido derechista del expresidente Jair Bolsonaro y a activistas acusados de socavar la democracia brasileña.

Musk, un autoproclamado «absolutista de la libertad de expresión» que también dirige el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, ha afirmado en repetidas ocasiones que las acciones de De Moraes equivalen a censura, y la derecha política de Brasil se ha hecho eco de su argumento.

Los defensores de De Moraes han afirmado que sus acciones contra X han sido legales, han contado con el apoyo de la mayoría de los miembros del tribunal y han servido para proteger la democracia en un momento en el que está amenazada.

CÑÑ