Inexplicablemente el Concejo Deliberante de Necochea, por mayoría, decidió que la ordenanza de Emergencia del Transporte continúe, aunque ya no hay emergencia.
En una decisión ridícula, se permite que los empresarios del transporte de Necochea, decidan unilateralmente la tarifa del boleto que deben abonar los usuarios, mayoritariamente trabajadores, de Necochea y Quequén.
Abandonando sus responsabilidades de representar a los ciudadanos, dejaron vigente una ordenanza ilógica, irresponsable y peligrosa hacia el futuro.
Es el segundo error grave que cometen los ediles de Crear Más Libertad, Nueva Necochea y la UCR, cuando podrían haber subsanado el cometido en el mes de marzo.
Sin embargo, decidieron continuar con esta actitud de espaldas a los trabajadores, incluso después de la falta de respeto por parte de los empresarios, que a pesar de recibir una fuerte ayuda en subsidios de la provincia prometieron «bajar», un 5 por ciento el costo de los boletos.
En Coronel Rosales y Villa Gesell, los concejales rebajaron el costo del boleto, luego que las empresas del transporte recibieran el aumento de un 117% en el subsidio por parte de la provincia de Buenos Aires.
Con esta reafirmación de la ordenanza, se les permite a los empresarios seguir con su irresponsabilidad manifiesta, seguir sin presentar un estudio de costos consolidado y que permita a los ediles (representantes de los ciudadanos), conocer la realidad empresarial.
Esta no es una actividad privada, es una actividad pública, de gestión privada, enmarcada además por un contrato de Concesión firmado y aceptado oportunamente, que los concejales que votaron por este ordenanza dejaron de lado.
Reiteramos, lo escrito en otras oportunidades, es un grave error, que se reiteró este miércoles 7, justamente el día en que los trabajadores pidieron por Pan y Trabajo.
¿Cómo van a hacer los trabajadores para llegar a sus tareas, si las tarifas del transporte son cada vez más caras?
Se han quedado sin defensa alguna, porque sus representantes los entregaron a las decisiones unilaterales de los empresarios.
Lamentable decisión. Irresponsabilidad institucional. Y defección de sus responsabilidades constitucionales.
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