De acuerdo a las mediciones de CADAM y CEPA, el consumo de carnes, leche y pan está en los mínimos históricos. En la actualidad, se comen 8,3 kilos menos per cápita que el año pasado.
Según CADAM el mayor resentimiento del consumo fue en postres, yogures, dulces, chacinados y bebidas en general, mientras que se registraron mayores compras de productos básicos, como aceites, harinas y azúcar.
Así, detectaron que en cuanto a los hábitos de consumo, sigue disminuyendo la venta de postres, yogures, dulces, chacinados y bebidas en general, mientras que aumentan las compras de productos básicos como aceites, harinas y azúcar.
En limpieza, se reduce la variedad de productos y se enfoca el consumo en lo esencial como lavandina, con la mayor caída en cosmética y perfumería, mientras que en el cuidado oral, se nota una disminución en la compra de enjuague bucal, por ejemplo.
Para mayo y junio, los mayoristas están recibiendo listas de precios con aumentos desde las industrias y tratan de ajustar los costos para no trasladar los incrementos a los precios finales, aunque los feriados largos de junio generan una baja en ventas y aumentan los costos de personal.
El 61% de las ventas se realizan a través del canal tradicional de comercio, compuesto por mayoristas que abastecen a una red de 140 mil almacenes, farmacias, perfumerías y 13 mil autoservicios en todo el país.
De acuerdo al informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que analiza la evolución del precio de la carne vacuna, en mayo los precios en el mostrador registraron una suba de 3% con respecto al mes de abril. En términos interanuales, estos cortes incrementaron su precio 283%, superando el aumento general de precios de la economía (276,4%).
Los especialistas apuntan que “es preciso distinguir dos períodos diferenciados; mientras en los primeros ocho meses, entre marzo y noviembre, los precios crecieron 92,7%, en tan solo cuatro meses de la actual gestión, escalaron 107%”.
Por otra parte, desde el observatorio apuntan que los cortes que más aumentaron fueron los “económicos”, registrando una suba de 3,7% mensual, aunque los “caros” registraron un incremento por debajo del promedio (1,5%). Los “intermedios”, en cambio, tuvieron una suba del 2,3%.
Las principales subas en los precios durante el quinto mes de 2024 se dieron en hamburguesas caseras (8,1%), lomo (5,2%) y osobuco (4,9%).Estos incrementos pueden estar impulsados por la mayor demanda de cortes económicos en el contexto de pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
El precio promedio de la carne vacuna en supermercados mostró un alza de 4% versus abril de 2024, superando los aumentos en carnicerías (2,5%). Con este incremento diferencial, los precios entre ambos canales de comercialización quedaron prácticamente alineados.
En términos interanuales
El CEPA, que aporta datos en base a los guarismos presentados por el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), apunta que las variaciones de los cortes de carne vacuna más consumidos en el mercado interno se encuentran por debajo del nivel general de precios de la economía, destacándose los de consumo interno: asado (265%), vacío (265%) y matambre (273%).
Brecha entre carnes blancas y rojas
La relación respecto del asado es de 2,6 kilos de pollo por cada 1 kilo de uno de los cortes más consumidos por los argentinos.
Si tenemos en cuenta la evolución del precio de productos sustitutos a la carne vacuna, tal es el caso del pollo, en mayo registró una suba superior a la de la carne vacuna del 4,7%, (en abril había alcanzado el 8,5%). El indicador, que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, es el de la brecha. Mide cuántos kilos de pollo pueden comprarse con el valor de un kilo de asado.
Luego de alcanzar un pico de 3,5% en diciembre de 2023 producto del fuerte aumento de la carne, bajó en mayo 2024, llegando a 2,7% producto del aumento del pollo en relación a la carne.