miércoles, diciembre 25, 2024

Generales, Locales

Sagrado Corazón de Jesús en Quequén

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El intendente Arturo Rojas y parte de su equipo de gobierno acompañaron la iniciativa del vecino Carlos Britos, quien ideó la escultura que fue realizada por un par de artistas locales.

La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús tiene una amplia historia en el marco de la fe católica y este año la fecha del viernes 7 de junio es emblemática para toda esa comunidad. En ese marco, se presentó la obra del Sagrado Corazón en 556 y 511 de Quequén, con el acompañamiento del Intendente Arturo Rojas y parte de su equipo.

A pocos metros del río y del Puente Dardo Rocha, se exhibe la imponente obra que fue producto de la idea impulsada por el vecino Carlos Britos y llevada a la realidad por las artistas locales Marina Rosso y Mónica Cuervo.

En el medio de ello, estuvo la colaboración del municipio, que desde la Delegación de Quequén y la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos se puso disposición de Britos para elegir el lugar y llevar a cabo la base para la colocación de la escultura.

Es por ello que Adrián Furno, a cargo de dicha Secretaría, expresó ante el público que “se siente un orgullo poder colocar esta escultura, Carlos (Britos) tenía por objetivo de poder inaugurarlo este 7 de junio y acá estamos, producto de lo que nos pide el intendente Arturo Rojas constantemente, que es estar trabajando en conjunto con los vecinos y las instituciones”.

“Cuando vinimos la primera vez, marcamos el lugar con una tosca y un palo, y acá estamos con la primera etapa, hemos generado el espacio para la escultura y la idea es agregar veredas perimetrales y luces triales alrededor para que se forme la Plaza del Sagrado Corazón”.

Por su parte, un emocionado Britos expresó sentidas palabras de agradecimiento al municipio, a quienes se acercaron a ver la inauguración de la obra, a la empresa de remolques Trave que no le cobró absolutamente nada para llevar la obra hasta el lugar; y rememoró a sus padres Antonio Britos, María Elena Palay, como a sus 11 hermanos, quienes fueron los motivos por los que impulsó la obra.

“Que este sea un sitio de recogimiento, de solemnidad y podamos venir a pedir al Sagrado Corazón por la familia y los hijos, pero a su vez agradecer, porque no solo hay que pedir, sino también colaborar como buen cristiano”, bregó Britos en sus palabras alusivas, quien proyectó este sueño hace tres años y hoy a sus 87 años pudo verlo hecho realidad.