La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) declaró el “estado de alerta y movilización” en toda la provincia ante el “plan de persecución y hostigamiento” que, según denunció, lleva adelante en Mar del Plata el intendente Guillermo Montenegro.
La entidad que agrupa a los sindicatos municipales exigió que cese la “violación sistemática de los derechos de los trabajadores municipales” e inicie “negociaciones paritarias” con el gremio, al tiempo que estableció un plazo de cinco días “antes de convocar y resolver la adopción de acciones directas”.
A través de un comunicado titulado “Del ridículo y la arbitrariedad nunca se vuelve”, la Fesimubo aseguró que Montenegro, “en una evidente sobreactuación, pretende superar las acciones” del presidente javier Milei. “Para ello –indicó– se hizo de todas las arbitrariedades a su alcance, preparó un terrorífico plan de persecución y hostigamiento sin dejar de duplicar el cinismo”.
Afirmó que el objetivo es “condenar a la indignidad y la miseria a todos los trabajadores y trabajadoras municipales y sus familias”. Y agregó: “Con un cinismo épico, pretende declarar esencial todo el trabajo municipal, pero en paralelo
rechaza todo reconocimiento salarial, a la jerarquía y la importancia del trabajo cotidiano de todos los trabajadores y trabajadoras del municipio”,
Fesimubo sostuvo que, “ante semejante cúmulo de arbitrariedades”, instruyó a su Secretaría de Regionales a adoptar las medidas más urgentes en defensa y solidaridad con el Sindicato de Trabajadores Municipales de General Pueyrredon.
Además, emplazó al intendente a cesar “en forma inmediata” las políticas “de persecución y violación sistemática de los derechos de los trabajadores y trabajadoras municipales”.
La Federación calificó a la paritaria como el “único método” para “mantener y garantizar la paz social y resolver las diferentes problemáticas en forma bilateral”.
También instruyó a su servicio jurídico a que realice “las denuncias y presentaciones que correspondan”, al tiempo que dio a entender que podría adoptar medidas de fuerza.
La escalada del conflicto comenzó comenzó con el desacuerdo en las negociaciones paritarias, en las que el Sindicato pidió un aumento del 35% y el gobierno local dijo que está dispuesto a dar un 10%. Siguió con un paro de docentes municipales en adhesión a una medida de Ctera y con otro de 48 horas de todos municipales, ambos en la misma semana en que terminó el último fin de semana extralargo.
Montenegro decidió descontarles el día de la última medida de fuerza y luego eliminó un premio por presentismo (consistente en cinco días de licencia con goce de haberes por cuatrimestre) para aquellos que adopten medidas de fuerza. El viernes pasado, a todo eso le sumó el anuncio de un proyecto de ordenanza para declarar “esenciales” a todos los municipales e impedirles así el derecho de huelga. La iniciativa ingresó el lunes al Concejo Deliberante.