Lo que logró Caputo con el FMI es tan patético que nadie quiere referirse al «acuerdo», que solo le entregan el monto que ya había acordado Sergio Massa, y encima China le pide a Milei y Caputo el pago de los swap que son 5 mil millones, más intereses. Ni el desembolso del FMI, le alcanza. Encima China no va a comprar más soja y carne.
Todo esto por la estúpida reunión de la impresentable Canciller Mondino, con la representante económica de Taiwan.
El grave incidente diplomático que provocó la reunión secreta de la canciller Diana Mondino con la representante de Taiwan en el país podría costarle carísimo a la Argentina.
El gobierno de China evalúa por estas horas implementar represalias drásticas como exigir el pago del swap de miles de millones de dólares y dejar de comprarle al país soja y carnes, adelantaron a LPO fuentes al tanto de la tensión bilateral.
Según las fuentes consultadas el gigante asiático ya dio los primeros pasos para que se ejecute el pago del tramo del swap que gastó el gobierno de Alberto Fernández, por unos 5000 millones de dólares más intereses que rondan el 6 por ciento.
La tensión llegó a tal extremo que las fuentes no descartaron que para cobrarse China incluso avance con el embargo de exportaciones.
La activación de ese proceso de cobro puede durar meses y hasta años en los tiempos especiales de la burocracia china, que acaso ofrece así al gobierno de Milei una ventana para rectificar drásticamente su postura anti China.
La tensión escaló luego que LPO revelara en exclusiva el encuentro de Mondino con la representante comercial de Taiwán, Miao-hung Hsie. Una reunión que no sólo indignó a la diplomacia de carrera del Palacio San Martín, que la consideró una torpeza mayúscula, sino también al ministro de Economía, Luis Caputo, que urgido de fondos busca reactivar el swap.
Pero las represalias por lo que consideran una violación de su soberanía, como dejó en claro la propia embajada china en Buenos Aires, podría ser incluso más gravosa: el régimen comunista ya había decidido empezar a priorizar a Brasil en sus compras de soja y maíz.
La geopolítica juega una partida no menor en estas decisiones. El presidente Lula mantiene una fuerte alianza con China, mientras que el gobierno de Milei no dejó ni pasar un mes para anunciar que se retiraba de los Brics, el bloque que integran ambas potencias.
La decisión del gobierno de Xi Jinping de orientar sus compras de soja y maíz a Brasil ya empezó a notarse. Los embarques de granos brasileños alcanzaron a 8.79 millones de toneladas, lo que implica más del 40% de las importaciones de esos granos de la República Popular China.
Las fuentes consultadas revelaron que China también analiza dejar de comprar carne a la Argentina y reemplazar esos embarques por carne australiana y ganado en pie de Uruguay. Además, suspendería el procedimiento para levantar las barreras sanitarias para productos avícolas y la compra de menudencias de carne, que durante la visita de Sergio Massa a Beijing se había empezado a negociar.
El cierre del mercado chino sería un golpe demoledor para la industria cárnica argentina, que destina casi la totalidad de sus exportaciones al gigante asiático.
El pasado 21 de noviembre, dos días después del balotaje, la cancillería china advirtió que sería «un enorme error de la política exterior del presidente electo romper relaciones con países mayores, como China y Brasil», en referencia a los dichos del propio Milei que tildó a ambas naciones de «comunistas» y prometió romper relaciones, un paso que una vez asumido intentó moderar. Se trata de los dos principales socios comerciales de Argentina.
China es el país que más creció como socio comercial de la Argentina en los últimos 15 años y se ha convertido en un proveedor sumamente relevante de insumos y maquinaria esencial para la productividad de la industria argentina.
«Romper relaciones con nuestros principales socios comerciales nos puede llevar a una triple implosión productiva, social y financiera», afirmó a LPO Sabino Vaca Narvaja, ex embajador argentino en China.
«China explica más del 90% de las exportaciones de soja, ocho de cada diez kilos de carne exportadas en agosto de este año y aproximadamente el 60% de mariscos, cebada, sorgo y carne de ave», agregó.
De acuerdo con los datos de comercio exterior que publica el Indec, en 2022 la Argentina realizó exportaciones a China por 8.015 millones de dólares, lo que equivale al 9% del total de su comercio exterior. En tanto, en el primer semestre de 2023, último dato disponible, se exportaron 2.711 millones de dólares, equivalente al 8,1% del total, sequía mediante.
«El impacto de las relaciones diplomáticas puede ser realmente muy importante en provincias como Jujuy, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, La Pampa, Santiago del Estero, San Luis y Formosa, donde China explica hasta el 30% de sus exportaciones», alertó Vaca Narvaja y subrayó que «romper relaciones con China nos haría perder a los argentinos millones de puestos de trabajo».
En efecto, según los datos oficiales, Catamarca le vendió a China el 45,4% del total de sus exportaciones, Jujuy el 28,52%, Chaco 28,29%, Entre Ríos 27,6%, Santiago del Estero 22,2% y La Pampa 20,1%.