El oeste de Japón experimentó este miércoles una nueva réplica de magnitud 5,5, después de que este lunes un fuerte sismo de 7,6 dejara al menos 64 muertos en esta región.
El nuevo temblor se produjo sobre las 10:54 hora local (1.54 GMT) y a 10 km de profundidad con epicentro en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, al igual que el temblor el lunes, según informó la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA), que no emitió alerta detsunami.
El terremoto se pudo sentir con fuerza en la ciudad de Wajima, una de las más afectadas por el movimiento de hace dos días, pero también en Nanao, Nakanoto, Aanamizu y Noto, todas ellas localidades que registran fallecidos tras el fuerte seísmo de principios de semana.
Japón se enfrenta a continuos desafíos tras el terremoto de magnitud 7,6 grados en la escala de Richter, que sacudió la costa occidental el lunes. Pasado el susto inicial, los ciudadanos pudieron comprobar los graves y cuantiosos daños causados por el seísmo. El número total de muertos ha subido a 64, y se han registrado heridos en las prefecturas de Ishikawa y Fukui, entre otras. La Agencia Meteorológica de Japón da por finalizadas todas las alertas de tsunami a lo largo del mar de Japón. Los ciudadanos afectados por el suceso son conscientes de que podría haber sido mucho peor.
«Estaba trabajando. No me encontraba en mi domicilio, pero si hubiera estado en casa, probablemente, habría sido peligroso debido al tsunami. En todas partes la situación fue igual con el terremoto, pero luego llegó el tsunami. Así que, si hubiera estado aquí, habría sido peligroso», declara un ciudadano que se ha visto afectado por el terremoto.
El primer ministro de Japón se comprometió a acelerar la entrega de suministros esenciales. «Estamos dispuestos a hacer todo lo posible para satisfacer las necesidades de la gente», indicó, al tiempo que señalaba que las autoridades japonesas están tratando de restablecer, rápidamente, los suministros básicos.
«En cuanto a los cortes de energía, cortes de agua e interrupciones en las comunicaciones en curso, los trabajadores han acudido a los diferentes sitios afectados y están tratando de restaurar los servicios», afirma Fumio Kishida, primer ministro de Japón.
La ciudad de Wajima, que cuenta con unos 27.000 habitantes, se encuentra a unos 500 kilómetros al noroeste de Tokio, y está situada muy cerca del epicentro del terremoto, es una de las más afectadas por el seísmo. Una enorme sacudida que provocó el derrumbe de unos 25 edificios; muchos de ellos, eran viviendas particulares. Unas 32.000 personas han sido evacuadas en las prefecturas de Ishikawa y Toyama, y en otras zonas cercanas, mientras que los servicios aéreos y ferroviarios locales siguen suspendidos.
Daños en una central nuclear de Japón
La central nuclear de Shika, en el centro de Japón, registró una subida del nivel del mar de tres metros poco después del fuerte terremoto que golpeó esta región y detectó ligeros daños en uno de los muros que protegen uno de sus reactores de la llegada de tsunamis, informó este miércoles la cadena NHK.
Pese a que a primera hora del martes la empresa operadora, Hokuriku Electric Power, anunció que no había detectado fluctuaciones importantes en el nivel del agua, una revisión realizada ese mismo día por la noche desveló que un medidor instalado cerca de la toma de agua marina que se usa para enfriar la central registró una subida del mar de tres metros ente las 17.45 y 18.00 del lunes.
Estos niveles se produjeron aproximadamente hora y media después del terremoto de magnitud 7,6 que tuvo epicentro en la península de Noto -unos 80 kilómetros al noreste de donde se encuentra la planta- y motivó la activación durante 18 horas de una alerta por tsunami, aunque finalmente la crecida del mar no deparó grandes daños en el litoral japonés.
Durante esta última revisión la empresa descubrió además que un muro de unos cuatro metros de altura instalado en 2011 para proteger el reactor 1 (uno de los dos que tiene esta central, que permanece apagada desde hace casi 13 años) se inclinó varios centímetros.
La operadora dijo en su momento que se observó un temblor con una intensidad de grado 5 en la escala japonesa cerrada de un máximo 7 en los sótanos del edificio del reactor 1 cuando se produjo el terremoto del lunes.
El temblor dañó las conducciones de dos transformadores usados para suministrar electricidad a los sistemas de refrigeración de los dos reactores, aunque la empresa afirma que ambas unidades están recibiendo energía de generadores diésel con suficiente combustible para funcionar otros cinco días.
En 2011, un terremoto de 9,1 grados Richter en la costa oriental de Japón generó un tsunami que dejó más de 20.000 muertos y provocó la fusión parcial de tres reactores en la central nuclear de Fukushima Daichi, en lo que supuso el peor accidente nuclear desde el de 1986 en Chernóbil (Ucrania).
El impacto del desastre fue tal, que desde 2011 solo una decena de los más de treinta reactores nucleares que posee Japón han vuelto a reactivarse.
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