Creen que perdió la oportunidad de imponer una reestructuración. La deuda que sigue pagando el Central equivale a dos tercios del déficit y se financia con emisión.
El desarme inmediato de «la bomba de las Leliqs» no ocurrió. El flamante presidente del Banco Central, Santiago Bausili, apenas asumió en el cargo convocó a los principales banqueros del país para avisarles que no habría cambios: ni plan bonex, ni reestructuración amistosa, todo sigue igual.
Esta decisión es vista por economistas alineados con la visión de Javier Milei como un «grave error» del ministro Luis Caputo, que más temprano que tarde se hará sentir.
Según comentaron a LPO fuentes al tanto de las discusiones internas, la preocupación escaló cuando algunos de los economistas mas fieles al gobierno se enteraron que Bausili les dijo a los banqueros que «no hay que esperar terapia de shock sobre pasivos del Banco Central».
«Tenía a los banqueros a punto caramelo para imponer algún tipo de medida fuerte sobre las Leliqs y eligieron no hacer nada», se indignó un economista que suele interactuar con el mundo de Milei.
«Solo un tercio de la emisión monetaria está vinculada con la asistencia al fisco porque los dos tercios restantes se relacionan con el costo de mantenimiento de los $23,5 billones en pasivos remunerados acumulados tras cuatro años de borrachera monetaria. Nuestro objetivo cortar de raíz la bola de Leliqs para frenar la maquinita», se lamentó en diálogo con LPO un asesor de Milei durante la campaña.
«En Noviembre el Central acumuló emisión por $2,44 billones para cubrir intereses. Ahora nos enteramos que esta situación se prologará hasta nuevo aviso. Así no hay ancla y la inflación va a tardar en retroceder mucho mas de lo previsto», agregó el economista consultado.
El proyecto original de La Libertad Avanza era desarmar las leliqs pagando $23,5 billones con financiamiento externo. Ahora como los dólares que prometió Caputo no aparecen, se supone que la apuesta es la licuación inflacionaria. Pero los bancos temen un descalce. La tasa de las leliqs compensan lo que tienen que pagar por los plazos fijos. Para evitar el desacople, la tasa de referencia debería acompañar ese ritmo.
En este sentido vale recordad que durante la transición presidencial, los bancos comenzaron a desarmar sus posiciones de Leliq y se posicionaron en pases a un día, generando un escenario de mayor inestabilidad.
Con la asunción de Santiago Bausili el Central bajó drásticamente la tasa de pases a un día y dejó constante la de Leliqs. Entonces, lo bancos quisieron volver a las Leliqs, pero como el Central solo renueva lo que vence, dejó a los bancos expuestos a pérdidas significativas dado el margen negativo contra la tasa que pagan de plazos fijos.
Pero la estrategia del BCRA se completa la semana que viene cuando el Tesoro Nacional, retome las colocaciones de deuda con la que busca redireccionar esa masa de dinero al Tesoro, ofreciendo tasas más seductoras.
Las Leliqs nacieron en 2018 bajo el gobierno de Mauricio Macri y la presidencia de Federico Sturzenegger en el Banco Central, en esa época se llamaban Lebacs. Desde entonces, el stock de estos pasivos fue aumentando progresivamente año a año. Hoy tienen un rendimiento de hasta 133% real anual que paga el Central con emisión monetaria.
LPO