Caputo resiste el ofrecimiento de ser ministro de Economía pero este martes podría reunirse con Milei. Si el encuentro se produce es porque acepta.
La llegada de Federico Sturzenegger al Ministerio de Economía entró en crisis y ahora Javier Milei intenta convencer a Luis «Toto» Caputo para que agarre la cartera en medio de las presiones del Círculo Rojo para que defina esa posición clave.
Caputo venía aduciendo la supuesta resistencia de su mujer para rechazar el cargo, pero fuentes al tanto de las conversaciones confirmaron a LPO que en las últimas horas cedió en su intransigencia y esta abierta la posibilidad que se reúna con Milei. «Si se junta con Milei es porque acepta el cargo, no se va a reunir para decirle que no», agregó la fuente consultada.
El ex ministro de Economía de Macri es un experto en finanzas y su arribo al Palacio de Hacienda tendría un objetivo central: desarmar la bomba de las leliqs, uno de los desafíos más complejos que presenta la economía que hereda Milei. «Yo soy el único que sabe como desarmar la bomba de las leliqs, los planes de Melconian y Sturzenegger no sirven», suele comentar Caputo en la intimidad.
Caputo tiene una vieja relación con Milei que va por afuera de Macri. De hecho, luego de su paso por el gabinete, la relación con el ex presidente no quedó bien, aunque ahora han recompuesto y Macri apoya su desembarco en Economía. Caputo es amigo personal de la infancia de Rodríguez Larreta.
LPO reveló que el establishment presiona a Milei para que defina al menos a su ministro de Economía, con el objetivo de tener certidumbres sobre el rumbo que tomará el país en el recambio. Milei debió crear una «oficina del presidente electo» el lunes para avisar que no haría nombramientos hasta su asunción.
Los empresarios entienden la explicación de Milei, que dijo que le van a torpedear al ministro una vez que lo anuncie, pero aseguran que es importante dar una certeza porque faltan 20 días para la asunción.
En ese marco, en las últimas horas, la llegada de Sturzenegger a Economía empezó a perder fuerza, a pesar de los elogios que le dispensa el libertario casi a diario.
«Si yo agarro, mi mujer me mata», venía repitiendo Caputo a quienes le preguntaban si iba a ser el ministro. Pero en las últimas horas esa negativa se ablandó.
Caputo arrasta supuestamente una mala relación con Wall Street porque muchos fondos quedaron atrapados con la deuda argentina. «Eso no es tan así, son gente grande que jugó y perdió», explica un operador del mercado que conoce al ex ministro y agrega «también hubo tensión con el FMI, pero el diálogo existe y lo conocen».
Si lo de Caputo finalmente no cierra se habla de un tercer hombre. Demián Reidel, que se autodenomina «El desarmador de cepos», filtró que rechazó una oferta para ser el ministro. Pero Reidel pertenece al equipo de Sturzenegger y en el mejor de los casos formaría parte del ministerio en caso de que el ex titular del Central sea el designado.
«Nadie le ofreció nada a Reidel», comentó a LPO una fuente al tanto de las conversaciones, que explicó que la relación entre Caputo y Sturzenegger es pésima. «Se odian», sintetizó.
LPO