Por medio de sus ex empleados Valdés y Francos, se acordó una reunión entre el presidente electo y su predecesor.
Eduardo Eurnekian debió intervenir para destrabar la transición entre Alberto Fernández y Javier Milei luego de las primeras señales negativas.
El dueño de Corporación América, ex jefe del presidente electo, movió los hilos para que otros dos ex empleados acercaran las posiciones.
Eduardo Valdés, por el lado de Alberto y Guillermo Francos, del lado del libertario, hablaron para concertar una reunión entre los dos presidentes.
El encuentro está programado para este lunes, en medio de la incertidumbre por el futuro de Sergio Massa, sobre el que pesan versiones de licencia en el ministerio de Economía.
La semana pasada, Eurnekian había sido muy despectivo con su ex empleado, ahora presidente electo. «Tengo 3.700 ñatos que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?», dijo el empresario. Con la obtención de la primera magistratura, la opinión de Eurnekian seguro tendrá variaciones.
Alberto volverá a la escena luego de meses de intrascendencia para recibir a Raúl Rigo y Miguel Pesce en Olivos. Después de ese encuentro recibirá a Milei.
Al enterarse de ese encuentro, Massa decidiría esperar al resultado de la cumbre para definir si continúa en el ministerio.
Lo que le agrega suspenso a esa determinación es la lista de pedidos que llevaría Milei: devaluación rápida, suba de tarifas y combustibles, informe de deuda con importadores y del estado de reservas del Central. Entre tanta incertidumbre, es una incógnita si el gobierno saliente aceptará pagar ese costo a días de dejar el poder.
LPO