Las tres grandes telefónicas denunciaron una interferencia de Telecentro que afectó el servicio de 4G. Hablan de un apriete y temen la entrada de jugadores grandes.
Las empresas Claro, Movistar y Personal denunciaron una interferencia radioeléctrica ilegal que afectó a los servicios móviles en el AMBA y acusan a Telecentro, de Alberto Pierri.
En un inédito comunicado en conjunto, las tres principales operadoras móviles del país denunciaron que desde las 0 del lunes pasado se detecta una grave interferencia que afecta a más de 1 millón de clientes que padecen la falta de señal.
«Las interferencias se dan sobre la banda de 700 Mghz, licenciada por el Estado Nacional oportunamente a las compañías firmantes, quienes tienen derecho de uso exclusivo sobre las mismas y por las que pagaron en 2014, en el marco de la subasta de 4G, un monto total de más de 2.200 millones de dólares. A esto se suman, los derechos y aranceles radioeléctricos que las tres operadoras abonan mensualmente», dice el comunicado.
En el texto en conjunto las telefónicas no mencionan a Telecentro, pero en la industria apuntan directo a la empresa de Pierri. Creen que se trata de un «apriete» del empresario para que lo dejen entrar en el negocio de la telefonía móvil.
Pierri quiere prestar el servicio de telefonía móvil sin tener ninguna concesión de espectro de frecuencia y para ello consiguió que el Gobierno de Alberto Fernández lo autorizara a ser un operador móvil virtual (OMV). El OMV le alquila la red a las operadoras, a cambio de pagar parte del costo del tráfico. Esto generó una contraofensiva de Telefónica y Telecom, que amenazaron con ir a la Justicia.
Este martes, las grandes prestadoras le pidieron a Enacom la «urgente intervención» y amenazan otra vez con presentarse en la Justicia.
La pelea que estalló en las últimas horas viene desde hace ocho años, cuando el Enacom resolvió quitar del espectro radioeléctrico la banda de 700 Mghz y le sugirió a Pierri que se «corriera» a la banda de 600 Mghz.
Pierri se negó y consiguió en 2021 una cautelar a favor de la Corte Suprema para poder operar en la banda de 700 Mghz. Pero recién este lunes la «prendió» y motivó la interferencia que las otras empresas acusan de ilegal.
En la industria aseguran que el propio Alberto Fernández respalda a Pierri en esta cruzada. Ya lo había hecho semanas atrás, en una jugada que alertó a sus competidores. El pasado 23 de agosto, cuando el Gobierno se aprestaba a aprobar el pliego para la licitación de 1000 millones de dólares de espectro del 5G, el propio presidente llamó para postergar el encuentro.
La Nación reveló que Alberto llamó a Gustavo López, vicepresidente del Enacom, para suspender el encuentro y que en el sector tenían la certeza de que lo hizo para favorecer a Pierri. El dueño de Telecentro no participaba de la licitación y sus competidores creen que buscó bloquearla por medio de su vínculo con el presidente.
Los grandes prestadores están en alerta porque Pierri consiga finalmente convertirse en un jugador de triple play. Pero el temor no es por el matancero, sino por la posibilidad de que luego de entrar en el negocio, venda sus licencias a un grupo grande del exterior para que compita fuertemente con Claro, Telefónica -dueña de Movistar- y el Grupo Clarín -dueña de Personal-. En el sector ven a Alberto interesado con ese futuro.