En medio de la preocupación por el índice de pobreza, lanzó un refuerzo de dos cuotas de $47 mil para trabajadores informales.
En medio de la preocupación del Gobierno por la suba del índice de pobreza, Sergio Massa anunció un nuevo IFE para los trabajadores en negro que saldrá de un impuesto extraordinario a los bancos y financieras que se beneficiaron con la devaluación.
El ministro de Economía anunció junto a la titular de Anses, Fernanda Raverta, un refuerzo de ingresos para trabajadores informales, por el que se pagarán 47 mil pesos en octubre y 47 mil pesos en noviembre.
La medida será compensada a través del cobro de un anticipo extraordinario de ganancias a grandes contribuyentes, y beneficia a un sector de la población que no había sido alcanzado por las medidas económicas dispuestas en las últimas semanas para atenuar el impacto de la devaluación impuesta por el FMI.
Se trata de un refuerzo para trabajadores y trabajadoras informales de entre 18 y 64 años, que no cuentan con ingresos registrados ni perciben ningún tipo de asistencia económica del Estado, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), las becas Progresar o el Potenciar Trabajo.
La inscripción estará disponible a partir de este miércoles a las 14 horas y permanecerá abierta durante todo el mes de octubre.
«A los efectos de que esta medida no termine afectando las cuentas públicas y mantengamos el orden fiscal, sin que eso nos imposibilite llegar a los sectores más vulnerables como es este caso, es que hemos tomado la decisión de cobrarle un anticipo extraordinario de ganancias a aquellos sectores que fueron los grandes ganadores de la devaluación impuesta por el FMI, centralmente bancos, compañías financieras y compañías de seguro que serán notificadas en el día de mañana por la AFIP a los efectos de realizar el pago del anticipo de ganancias», dijo Massa.
La medida fue celebrada aún por Juan Grabois, el rival de Massa en las primarias de Unión por la Patria. «Junto a la actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil que se discutirá mañana, completa un esquema de compensación para el conjunto de los trabajadores argentinos, frente a la devaluación impuesta por el Fondo Monetario Internacional», dijo Grabpis. «Un alivio para millones de personas que laburan todos los días pero no tienen ningún derecho», dijo.