También brindaron precisiones sobre las modificaciones en la agenda del presidente de Brasil a partir de este miércoles, en medio de un momento institucional clave de su gestión.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, comenzó este lunes a utilizar barbijo para prevenir contagios de enfermedades como parte de la planificación para la operación que se realizará el próximo viernes en Brasilia en la cabeza del fémur derecho que le causa dolores en la cadera.
Así lo explicó el médico y ministro de Articulación Política, Alexandre Padilha, en diálogo con los periodistas, luego de que Lula recibiera utilizando una mascarilla en el Palacio de Itamaraty, la sede de la cancillería, al primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh.
«Lula fue orientado a utilizar barbijo para evitar cualquier postergación o problema con su operación del viernes», declaró el ministro Padilha.
El presidente Lula, de 77 años, será operado el viernes a raíz de la artrosis que afecta a la cabeza del fémur derecho y que le causa dolores recurrentes en la cadera, de los cuales se ha quejado públicamente en los discursos. La agenda política del presidente se detendrá el miércoles de cara a la preparación de la operación.
Según anunció al portal Brasil 247 el ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, Lula podrá estar hasta dos meses en recuperación.
«Estimamos un plazo de seis a ocho semanas para que el presidente Lula pueda volver a viajar después de la operación. Es una cirugía relativamente simple que exige una buena recuperación. Esa recuperación requiere no viajar en avión, por ejemplo, por temor a embolias o trombosis», dijo.
Durante su recuperación, Lula da Silva trabajará en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasilia, y llevará adelante una agenda online para continuar con sus obligaciones como jefe del Estado.
Además de la agenda diaria del gobierno, Lula se encuentra en un momento clave institucional de su gestión, ya que debe designar a un nuevo juez del Supremo Tribunal Federal debido a que se jubila la magistrada Rosa Weber y al fiscal general de la República.