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*Por Horacio Castelli

El paso de Martín Migueles por la Usina no fue lo que se suele llamar una “feliz experiencia”. El ex peronista, devenido dirigente Pro, que busca llegar a la Intendencia apadrinado por un radical, Gonzalo Diez, y con un discurso cada vez más libertario, tuvo un paso igual de errático por la Cooperativa eléctrica de nuestra ciudad.

Con una gestión de siete años como presidente, Migueles tomó una empresa superavitaria y la transformó en una entidad endeudada, con conflictos con el personal y con la luz más cara de la Provincia.

Los números son contundentes y están reflejados en las propias memorias y balances de la Usina Popular Cooperativa “Sebastián de María”. Allí queda claro que Martín Migueles fundió a la UPC. Quien hoy busca administrar y dirigir los destinos del Municipio ya dio sobradas muestras de ser un pésimo administrador de la cosa pública tan solo una década atrás.

En los balances generales de la Usina se puede leer que, desde el 31 de diciembre del 2005 al 31 de diciembre del 2012, período en que Martín Migueles presidió la Cooperativa eléctrica (15/10/2005 al 20/07/2012), el total del pasivo pasó de $24.814.647,40 a $116.689.893,77. Es decir, casi un 480% de endeudamiento. “¿No se considera la inflación?”, podría argumentarse. Es cierto, cualquier análisis económico en nuestro país debe tener en cuenta ese factor tan nuestro como es la inflación. Aun así, si se analiza el período comprendido entre 2005 y 2012, la inflación real en nuestro país fue del 295%. Es decir, incluso ajustado por inflación, el pasivo de la Usina bajo la gestión de Migueles estuvo un 100% por encima del índice inflacionario. Sí, en siete años Migueles duplicó en términos reales la deuda.

Asimismo, en el mismo período, Martín Migueles aumentó exponencialmente la Cuota Capital. Ya sin guardar ninguna relación con la inflación, la cuota capital subió un 2.364% bajo la gestión Migueles. Casi diez veces por encima del aumento de precios. Quien hoy plantea una baja de impuestos y un discurso casi libertario fue el principal responsable de que, en casi siete años, los vecinos de Necochea y Quequén paguen la luz más cara de la Provincia de Buenos Aires.

Otro dato frío y concreto de los números que dejó Migueles en su paso por la Usina es el Índice de endeudamiento. A groso modo, este índice permite identificar el porcentaje de deuda que tiene una empresa o institución en relación al total de recursos propios. En una empresa organizada este número debiera estar por debajo del 1%. Algunos economistas señalan incluso que el valor ideal se sitúa entre 0,40% y 0,60%. Cuando Migueles asumió, el Índice de endeudamiento de la Usina era del 0,96%. Sin embargo, y a la par del exponencial aumento ya señalado del pasivo, al momento de dejar la presidencia a mediados del mes de julio del año 2012, el Índice de endeudamiento de la Usina había trepado al 9,69%. En otras palabras, Migueles fundió la Usina y la dejó diez veces más endeudada que cuando asumió.  Sí, chocó una calesita y hoy quiere manejar el Municipio.

MIGUELES FUNDIÓ LA USINA Y LA DEJÓ DIEZ VECES MÁS ENDEUDADA QUE CUANDO ASUMIÓ.Informe Especial

Así dejó Martín Migueles a la Usina “Sebastián de María”: Fundida. Y estos números son solo la punta del iceberg de todo el descalabro que generó el actual candidato a intendente en una empresa que supo ser orgullo de los necochenses y envidia de otros municipios y que quedó, bajo la presidencia de Martín Migueles, al borde del knock out.

Dato mata relato. Por mucho que Migueles se enoje y trate a medios y periodistas de mentirosos, los números no mienten, los mentirosos sí. ¿Quién miente Mígueles?.