Los datos responden a la comparación anual de mayo y son una buena noticia, tras años de destrucción ambiental bajo la administración de Bolsonaro.
La deforestación de la selva amazónica brasileña descendió casi un 10% en mayo con respecto al mismo mes del año anterior, según datos preliminares del gobierno publicados el miércoles.
Los datos oficiales de la agencia de investigación espacial Inpe muestran que el mes pasado se talaron 812 kilómetros cuadrados (km2) en la Amazonia brasileña, por debajo de los 900 km2 registrados el año anterior.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones de 2022 prometiendo redoblar los esfuerzos para acabar con la deforestación en la Amazonia tras años de creciente destrucción bajo el mandato de su predecesor, Jair Bolsonaro.
El expresidente ultraderechista había reducido fuertemente los esfuerzos de protección del medio ambiente, recortando fondos y personal en organismos clave, mientras pedía más agricultura y minería en tierras protegidas.
Este año, hasta finales de mayo, el desmonte de tierras en la Amazonia cayó un 31% en comparación con los mismos cinco meses de 2022, según datos del Inpe.
En abril, el gobierno informó de la primera caída importante bajo Lula. El lunes, su gobierno esbozó un plan de acción destinado a eliminar la deforestación ilegal en la selva para 2030.
El plan incluye el aumento de la inteligencia y las imágenes por satélite para rastrear la actividad criminal, la regularización de los títulos de propiedad y el uso de un registro rural para supervisar la correcta gestión de los bosques considerados vitales para frenar los efectos del cambio climático impulsado por los combustibles fósiles.
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