domingo, noviembre 24, 2024

Ecología

Flujos mundiales de mercurio tóxico

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El mercurio es una neurotoxina que daña la salud humana, incluso en dosis muy pequeñas. Zhencheng Xing, Ruirong Chang y sus colegas rastrearon el elemento a través de rutas comerciales internacionales, desde los sitios de contaminación hasta la exposición en el medio ambiente. Y dieron cuenta de los impactos resultantes en la salud humana.

Flujos mundiales de mercurio tóxico. Los autores vincularon un inventario de emisiones de mercurio, un modelo global multirregional de entrada y salida, un modelo acoplado de atmósfera-tierra-océano-ecosistema y un modelo de exposición-riesgo-valoración para investigar el ciclo biogeoquímico global del mercurio.

El mundo emite alrededor de 1.800 megagramos de mercurio al año. La mayoría de estas emisiones globales están vinculadas a la fundición y prensado de metales no ferrosos. Particularmente vinculados a la minería de oro artesanal y en pequeña escala. El mercurio utilizado en estos procesos puede lavarse río abajo y transportarse por el aire, contaminando el suelo, los ríos y partes del océano.

Luego, las personas quedan expuestas a este peligroso contaminante al comer mariscos, pescado de agua dulce o arroz. A veces a muchos miles de kilómetros de distancia de la fuente del mercurio. Muchos países desarrollados, incluidos los Estados Unidos y Japón, pueden clasificarse como subcontratistas de mercurio. Puesto que son los consumidores finales de oro. Pero en realidad no solo los que están expuestos a las consecuencias de su extracción.

Controles dobles

Según los autores, las estrategias para hacer frente a la exposición al mercurio deben incluir tanto controles del lado de la producción como medidas del lado de la demanda, incluidos impuestos al consumo, para influir en el comportamiento del consumidor.

No hay dudas de que el problema del mercurio es grave. Porque no solo afecta al medio ambiente del sitio en el que se produce la contaminación principal. El problema más grave es su capacidad de ser bioacumulable.

Esto implica que los organismos que se contaminen seguirán sumando partículas de esta sustancia y almacenándolas hasta el resto de sus días. Y se necesitan concentraciones muy bajas para que los efectos del mercurio resulten altamente tóxicos y hasta letales.

Si no se logra cortar los flujos de contaminación, no se podrá combatir este problema. Pero, por otro lado, si el mundo sigue exigiendo cantidades cada vez mayores de oro, el mercurio seguirá fluyendo y acabando con la vida de plantas animales y humanos. Flujos mundiales de mercurio tóxico

Referencia: artículo ‘International trade shapes global mercury-related health impacts’ publicado en la revista PNAS Nexus.