sábado, noviembre 23, 2024

Internacionales

Dan por fallecidos a dos alpinistas vascos en la Patagonia

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Una avalancha de nieve sorprendió a Iker Bilbao y Amaia Agirre tras escalar el Fitz Roy, si bien el tercer miembro de la cordada resultó ileso y dio la voz de alarma

Los alpinistas Iker Bilbao (29 años, natural de Durango, Bizkaia) y Amaia Agirre (31 años, de Urnieta, Gipuzkoa) se encuentran desaparecidos desde ayer, cuando un alud de nieve los sepultó primero, y los arrastró al fondo de una grieta, minutos después de alcanzar la base del Fitz Roy (3.405 metros), la icónica montaña del hielo patagónico sur, en la frontera entre Argentina y Chile.

Ambos formaban parte de una cordada de tres escaladores y venían de completar la ruta Afanassieff al Fitz Roy, abierta en 1979 en la vertiente noroeste de la montaña por un grupo de cuatro montañeros franceses.

Después de un descenso en rápel por la ruta franco argentina, el trío superó la brecha de los italianos y fue sorprendido por la avalancha cuando todas las dificultades parecían superadas.

Josu Linaza (31 años), vizcaíno de Igorre, salió indemne del accidente y alcanzó la localidad argentina de El Chaltén, que se encuentra cerca de la montaña, para buscar socorro.

En este municipio, todos los accidentes pasan por la doctora Carolina Codó, fundadora y responsable de la Comisión de Auxilio de El Chaltén: “Creo que no hay esperanza para los dos desaparecidos.

El superviviente los buscó durante casi una hora sin ver rastro alguno, y apuntó que la avalancha los había barrido hasta el fondo de una grieta de enormes dimensiones que presenta el glaciar.

Ahora mismo, tenemos 30 grados de temperatura (es verano) y la isotermo 0 está por encima de los 4.000 metros, con lo que ni siquiera puedo enviar a nadie a buscar los cuerpos, porque sería someterlos a un peligro enorme.

Cuando bajen las temperaturas trataremos de organizar un equipo pequeño que valore la situación y que decida si es posible recuperar los cuerpos”, explica la doctora Codó.

El Chaltén carece de un grupo profesional de rescate, y todos sus integrantes son benévolos: los rescates son pura artesanía, un trabajo en equipo nunca exento de peligro.

Su labor es crucial en una zona que conoce una explosión turística que llena la aislada localidad de senderistas y alpinistas de todo el planeta.

La propia doctora Codó lleva años solicitando, casi implorando, un helicóptero de rescate para la zona, petición que nunca se ha materializado.

El País, España