El pedido fue formulado durante su alegato por el fiscal Penal Juvenil Mauro Tereszko ante el juzgado que sigue el proceso. Este viernes se leerá el veredicto.
Un fiscal pidió que un joven de 18 años sea declarado culpable por la tentativa de homicidio de un empleado de una playa de estacionamiento del barrio porteño de Monserrat, a quien golpeó y dejó en estado gravísimo hace casi un año, mientras que el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta este vieernes cuando dará a conocer el veredicto, informaron fuentes judiciales.
El pedido fue formulado durante su alegato por el fiscal Penal Juvenil Mauro Tereszko ante el Juzgado Penal y Penal Juvenil 11, del juez Alejandro Villanueva.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el representante del Ministerio Público solicitó la culpabilidad del imputado que al momento del ataque tenía 17 años, con una calificación legal determinada (tentativa de homicidio y lesiones gravísimas), en perjuicio de Arturo López (67), quien permanece internado desde entonces en una clínica privada.
Además, en su alegato pidió la prisión preventiva en el caso de que mañana el juez dicte sentencia de responsabilidad y culpabilidad.
La querella, representada por Miriam Luna, abogada y madre de Agostina y Florencia, hijas de la víctima, adhirió a la acusación de la fiscalía.
En tanto, la defensa oficial requirió que sea encuadrado como lesiones culposas, una calificación legal más benigna para el acusado, es decir que consideró que el adolescente no se representó la gravedad del golpe ni sus consecuencias en el cuerpo y la salud de López.
Tras los alegatos, el juez Villanueva decidió pasar a un cuarto intermedio para este viernes a las 10, cuando leerá su veredicto.
«Mi papá un día salió a trabajar y nunca más volvió a la casa, y no murió de suerte, pudo haber muerto en el minuto uno. Es un momento clave para que pueda haber una sentencia ejemplar sobre la violencia», había dicho esta mañana Agostina López, una de las hijas del playero en diálogo con radio La Red.
«Estamos muy nerviosas, ansiosas por lo que pueda llegar a pasar. Estamos con mucho miedo de cómo pueden salir las cosas, fue una lucha muy agotadora, un año esperando esto», agregó la joven, quien detalló que su padre «sigue internado en la clínica tratando de recuperarse, de salir de la mejor manera posible de esa piña tan fuerte que le provocó secuelas de por vida».
Por haber sido el acusado menor de edad -actualmente con arresto domiciliario- cuando sucedió el episodio, el juicio se realizó de manera reservada y no se pueden brindar precisiones del caso hasta que concluya.
Según fuentes judiciales, luego del veredicto llegará la cesura del juicio (imposición de pena) que dependerá de la calificación legal escogida por el magistrado.
La tentativa de homicidio prevé una pena de 3 a 12 años de prisión, pero podría ser disminuida por la condición de menor de edad del acusado al momento del hecho.
Como las lesiones sufridas por López son de características neurológicas irreversibles (afasia), el acusado podría recibir de manera subsidiaria una condena por el delito de lesiones gravísimas.
El ataque al playero
El hecho que se investiga ocurrió el viernes 19 de noviembre del 2021, cerca de las 17, en el garaje de la calle Moreno al 800, cuando López fue increpado por un adolescente que, según testigos, le reclamaba por un rayón que tenía su vehículo.
En las imágenes de la cámara de seguridad que entonces se difundieron se observa cómo el agresor, acompañado por otros dos jóvenes y su madre, golpea de forma sorpresiva a López en el lado izquierdo de la cara, por lo que el hombre cae e impacta fuertemente contra el suelo, tras lo cual queda inconsciente en el lugar.
Tras el ataque, el joven estuvo casi cinco meses prófugo hasta que se presentó ante la Justicia el 29 de abril a las 0.15 de manera espontánea en la División Enlace Institutos Alojamiento de Menores, situada en la calle Perón 2048, en el barrio porteño de Balvanera.
Los voceros dijeron que el adolescente se encontraba escondido en una comunidad gitana de la localidad bonaerense de General Rodríguez, contradiciendo las versiones de su padre, quien había dicho a Télam que se hallaba oculto en Uruguay.