lunes, noviembre 25, 2024

Opinión

La desaceleración del crecimiento económico mundial es cada vez más evidente

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Por Tryggvi Gudmundsson

Las perspectivas de crecimiento económico mundial se enfrentan a una combinación única de vientos en contra, incluida la invasión rusa de Ucrania, aumentos de las tasas de interés para contener la inflación y efectos pandémicos persistentes, como los cierres de China y las interrupciones en las cadenas de suministro.

A su vez, nuestra última Perspectiva de la economía mundial, publicada el mes pasado, redujo nuestro pronóstico de crecimiento global para el próximo año a 2,7 por ciento, y esperamos que los países que representan más de un tercio de la producción mundial se contraigan durante parte de este año o el próximo. Además, como comentamos en nuestro último informe elaborado para el Grupo de los Veinte, los indicadores de alta frecuencia recientes confirman que el panorama es más sombrío.

Como muestra el gráfico de la semana, ha habido un empeoramiento constante en los últimos meses para los índices de gerentes de compras que están rastreando una variedad de economías del G20. Estas medidas basadas en encuestas miden el impulso de la actividad manufacturera y de servicios.

Como ilustra el gráfico, las lecturas de una parte cada vez mayor de los países del G20 han caído desde territorio expansivo a principios de este año a niveles que indican una contracción. Eso es cierto tanto para las economías avanzadas como para las de mercados emergentes, lo que subraya la naturaleza global de la desaceleración.

Si bien las publicaciones del producto interno bruto para el tercer trimestre sorprendieron al alza en algunas economías importantes, las publicaciones del PMI de octubre apuntan a una debilidad en el cuarto trimestre, particularmente en Europa. En China, los bloqueos intermitentes por la pandemia y el sector inmobiliario en dificultades están contribuyendo a una desaceleración que se puede ver no solo en los datos del PMI sino también en la inversión, la producción industrial y las ventas minoristas. Esto inevitablemente tendrá un impacto significativo en otras economías debido al importante papel de China en el comercio.

A pesar de la creciente evidencia de una desaceleración global, los formuladores de políticas deben continuar priorizando la contención de la inflación, que está contribuyendo a una crisis del costo de vida, perjudicando más a los grupos vulnerables y de bajos ingresos. Como enfatiza nuestro informe del G20, el entorno de política macroeconómica es inusualmente incierto.

Sin embargo, es probable que muchos países necesiten un endurecimiento fiscal y monetario continuo para reducir la inflación y abordar las vulnerabilidades de la deuda, y esperamos un mayor endurecimiento en muchas economías del G20 en los próximos meses. No obstante, estas acciones seguirán pesando sobre la actividad económica, especialmente en sectores sensibles a los intereses, como la vivienda.

Los desafíos a los que se enfrenta la economía mundial son inmensos y el debilitamiento de los indicadores económicos apunta a nuevos desafíos en el futuro. Sin embargo, con una acción política cuidadosa y esfuerzos multilaterales conjuntos, el mundo puede avanzar hacia un crecimiento más sólido e inclusivo.