Carlos Palotta, colaborador de la agrupación «Eslabón Perdido» aseguró que un informe italiano les aseguró que perteneció a “la Segunda Guerra Mundial y que fue hundido intencionalmente».
Palotta explicó el hallazgo realizado frente a las costas de de Quequén y contó que “un par de años antes de la pandemia, habían algunos datos de un desembarco alemán al finalizar la guerra en 1945, en una estancia a unos 30 km de Necochea”.
El hallazgo de los restos ocurrió a unos 4,2 kilómetros de distancia de las playas bonaerenses de Costa Bonita y Arenas Verdes, a 28 metros de profundidad.
El investigador detalló que un pescador alertó a Eslabón Perdido “que algo grande había en el mar porque el sonar se lo indicaba. Le avisamos a Prefectura y pedimos datos a Hidrografía Naval y nos señalaron que no había datos registrados de la nave. Hicimos una denuncia de hallazgo y finalmente se pudieron tomar 8 hs de filmación”.
En este sentido detalló que luego “Prefectura nos cedió el material y la Liga Naval Italiana colaboró con Eslabón Perdido y se detectó que había un periscopio» y aseguró que el informe italiano confirmó que “corresponde a un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial y que fue hundido intencionalmente».
Eslabón Perdido es una agrupación de voluntarios, coordinada por el historiador e investigador Abel Basti, creada para encontrar los cascos de submarinos nazis que hacia el final de la Segunda Guerra Mundial llegaron clandestinamente al país.
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