Se trata de Gustavo Fabricius, que junto a Goñi y al «empresario» prófugo, también necochenses, están acusados de liderar la banda que traficaba cocaína en veleros y lavaba dinero en España. Fue confirmado por el portal INFOBAE.
La policía se encontraba tras una pista que lo ubicaba en la localidad de Ituzaingó. Descubrieron que el acusado, Fabricius, llamaba a su novia desde un teléfono público y lograron atraparlo.
PNA realizó un análisis de conversaciones entre el acusado y la novia, que llevó a Gendarmería a las tareas de campo. Las conversaciones revelaron un posible encuentro entre el viernes y el sábado. Entonces, fueron por él.
Lo esperaron el viernes, pero no apareció. Sin embargo, el sábado lo vieron ingresar al locutorio de la calle Defilippi al 1440, desde donde hacía los llamados. Esperaron a que termine de hablar y lo detuvieron.
Gustavo Fabricius, se encontraba prófugo. Se lo acusa de traficar cocaína en veleros y luego lavar dinero en Marbella.
Él necochense, de 53 años, sin una historia de empleo en blanco,figura extensamente ligado a Pereyra y el acusado Héctor Adrián Goñi, amigo de ambos, preso y procesado en el expediente. Para la Justicia federal, fue parte clave de la carga de la droga en el velero.
“Son golpes, se ‘corona’ (lograr que la droga llegue a destino), quizás una vez al año”. Con esta frase, un dictamen de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) resume el modus operandi de los tres acusados. Darío Daniel Pereyra y Adrián Goñi son los restantes integrantes de esta banda delictiva.
Los detectives que trabajan en el caso consideran que los amigos “coronaron”, al menos, un envío en 2020 que fue decomisado en España y otro en 2021 que habría salido desde Ramallo o Rosario.
El de 2022 estaba preparado para partir rumbo a Europa en el Quovadis, previo paso por Brasil, pero fue interceptado a antes zarpar en Escobar. Fue allí donde, también, lograron detener a Goñi.
Brasil es un punto clave en la causa: dentro del Quo Vadis se encontraron anotaciones de latitudes y longitudes con ciudades del país vecino. Fabricius fue identificado como parte de múltiples viajes a Brasil junto al empresario de Marbella, con múltiples idas y vueltas en avión o por camioneta en el paso Tancredo Neves.
“Con ello, queda claro que en diversas ocasiones, algunos de los integrantes de la organización residentes en Argentina, como Goñi y Fabricius, se reunían en el exterior con los miembros radicados en España, tal el caso de Marano y Pereyra, circunstancia esta que refuerza y tiene sentido, si tenemos en cuenta que los cargamentos con droga que enviaba esta estructura criminal hacían escala allí”, dice el procesamiento del caso.
Hay demasiadas coincidencias que lo rodean, con una que se destaca en particular. El 14 de abril de 2020, el velero Thorben arribó al puerto deportivo de la Bajadilla, España. Zarpó del puerto de Salvador de Bahía el 15 de febrero de 2020, mientras Héctor Goñi estaba en la ciudad, acompañado de Fabricius. Ese velero, tripulado por cuatro argentinos, estuvo vinculado al transporte de 1.500 kilos de cocaína. Uno de los tripulantes de ese velero tenía domicilio, precisamente, en Necochea.
Los movimientos continuaron en febrero de 2021: un impacto de antenas ubicó a Goñi y a Fabricius en Santa Fe, en la zona de Pablo Esther, lindera al rio Paraná. Fabricius ya era escuchado en ese momento. “Estuvimos ahí, fuimos a probar el bote, todas esas pavadas y bueno estuve en el agua”, aseguró con un teléfono al rojo vivo. La referencia es obvia: un semirrígido fue incautado junto al Quo Vadis, llamado The Boss, el jefe. Pereyra, casualmente, fue visto en fotos de redes sociales a bordo de esa embarcación.