El dato surge de un informe elaborado durante un año por el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual.
En diálogo con Picado Fino la Directora de Planificación y Programas Especiales para la Igualdad de Género Lucía Caballero, manifestó que “trabajamos con la intuición de que era una problemática extendida y naturalizada, pero claramente los datos nos sorprendieron”.
La funcionaria explicó “nos propusimos medir no solo en términos binarios, sí recibís o no recibís la cuota alimentaria, sino detectando situaciones grises en las cuales por ejemplo se percibe de manera irregular, o se percibe pero no alcanza a cubrir más que la alimentación”, teniendo en cuenta otros gastos que implican la crianza como salud, vestimenta, recreación, esparcimiento y vida social.
El relevamiento tomó como muestras 6400 casos y se constituyó a partir del aporte de informantes clave como referentes territoriales, agentes del poder judicial y miembros de las unidades de género de los municipios.
“Los datos claramente son impactantes y hablan de una problemática muy extendida y naturalizada, que incluso genera culpa en las mujeres por esa idea de que da vergüenza exigir dinero cuando están los hijos o las hijas de por medio”, se explayó, para luego agregar que “además hay otras situaciones como que está irregularidad en el recibimiento de dinero está asociada a situaciones de chantaje cuando una mujer hace algo que al progenitor no le gusta, como por ejemplo estar con una nueva pareja y utiliza ese argumento para no pasar la cuota correspondiente”.
Toda esta información da cuenta “de una problemática que hay que aprovechar fuertemente para poner agenda” con el objetivo de “dar respuestas concretas”. En ese marco, informó que se comenzaron articulaciones con dependencias como AFIP y ANSES.