El presidente Andrés Manuel López Obrador, a su regreso de una gira por cinco países de América Central y el Caribe, señaló la necesidad de «ver hacia el sur y no darle la espalda» y abogó por una mayor «unidad de América Latina» para llegar a una especie de «Unión Europea» en la región.
Tras su visita de una semana a Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba, que calificó de «provechosa», el jefe de Estado agradeció durante su conferencia matutina habitual de todos los días a los países que lo acogieron por su cálido recibimiento».
«Estamos conscientes de que no se trata sólo del gobierno de México sino fundamentalmente el cariño, el respeto que le tienen, la admiración que le tienen nuestros vecinos, hermanos al pueblo de México, por eso nos trataron muy bien», dijo el mandatario.
López Obrador señaló que Guatemala, El Salvador, Honduras, principales expulsores de migrantes hacia Estados Unidos vía México, se aplica el programa «Sembrando Vida», que su país impulsa, para reforestar zonas yermas y «Jóvenes Construyendo el Futuro», para otorgar becas a jóvenes desocupados.
En cuanto a Belice, dijo que se levantarán aranceles a los productos agropecuarios de Belice para fomentar el comercio entre ambos países.
El jefe de Estado dedicó más tiempo a relatar su experiencia de visitar Cuba, la última escala de su viaje, en donde firmó un convenio de cooperación en materia de salud para que médicos generales mexicanos se especialicen en la isla mediante un programa de becas.
Además afirmó que el país adquirirá la vacuna Abdala que está produciendo Cuba para aplicarla a «niños muy pequeños» porque «ha dado muy buen resultado» y dijo que se contratará a unos 500 médicos cubanos ante el déficit que hay en el país por la falta de especialistas del sector sanitario.
Durante la pandemia de Covid-19, México contrató a unos 800 trabajadores cubanos de la salud, para reforzar a los médicos y enfermeras que laboraban en la principal trinchera contra esta enfermedad y, según algunas fuentes, el gobierno de La Habana recibió unos 8,2 millones de dólares a cambio.
Sin embargo, en México surgieron cuestionamientos de especialistas como Octavio Gómez Dantés, quienes dijeron que los especialistas «no cubrieron los requisitos legales para ejercer su profesión en México».
El ex canciller Jorge Castañeda ha cuestionado este programa de contratación de médicos cubanos, al señalar que se trata de una forma «moderna de trabajo esclavo» e inclusive el Parlamento Europeo lo ha calificado como «trata de personas».
También emergieron críticas por la visita del mandatario a La Habana de parte de algunos analistas y miembros de la oposición, que calificaron al gobierno de ese país como «una dictadura».
No obstante, López Obrador respondió a estas críticas al señalar que «a pesar de la quejumbre de los conservadores, la relación entre México y Cuba viene de lejos».
El jefe de Estado señaló que «nunca apostaría por el fracaso de la Revolución Cubana» y abogó este fin de semana por el fin del embargo comercial contra ese país, algo en el cual coincidieron algunos de los comentaristas políticos que objetaron este viaje. La medida «sólo ha servido para apuntalar la dictadura.
El comercio libre hará libres a los cubanos», escribió hoy el columnista Sergio Sarmiento. El expresidente Vicente Fox dijo que la Revolución Cubana ha sido «un fracaso que ha sumido en la miseria a millones» de personas e indicó que López Obrador «quiere llevar a México por el mismo camino».
El empresario mexicano Claudio X. González señaló que la visita es «una ofensa a quienes en México defendemos la democracia, los derechos humanos, las libertades, la división de poderes y el Estado de Derecho».
Durante su estadía en La Habana, el presidente Miguel Díaz-Canel le entregó a López Obrador una pistola que perteneció al legendario guerrillero de la Revolución de 1910, Francisco Villa. «Cuba tiene un extraordinario presidente, Miguel Díaz-Canel, un hombre honesto, trabajador, humano, una muy buena persona, un buen servidor público», dijo el dignatario mexicano. (ANSA).