La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai que devastó el archipiélago de Tonga fue «500 veces más poderosa que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima», equivalente a unos «10 megatones – 10 millones de toneladas- equivalente en tritolo».
Es la estimación de James Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quien explicó que se trató de la mayor erupción de las últimas décadas, registrada hasta Alaska, a 9.000 kilómetros de distancia.
El enorme hongo de humo que se levantó desde la boca del volcán alcanzó una altura de 30 kilómetros, vertiendo sobre las 170 islas del archipiélago gas, lluvia ácida y cenizas que cubrió prácticamente todo.
El gobierno de Tonga calificó el desastre de «sin precedentes» y dijo que olas de hasta 15 metros de altura destruyeron todas las casas en algunas islas.
Las imágenes satelitales muestran una gran extensión de agua donde emergió por primera vez parte del volcán. Hoy finalmente se despejó la pista principal del aeropuerto internacional, sepultada por 5-10 centímetros de ceniza.
Jonathan Veitch, encargado de coordinar las operaciones de Naciones Unidas, anunció que la pista «está de nuevo operativa» y que mañana pueden llegar los primeros vuelos con ayuda, desde Australia y Nueva Zelanda.
Los C-130 están listos para despegar, Canberra y Wellington también organizaron barcos con equipo de rescate, agua limpia y una unidad de desalinización capaz de entregar 70.000 litros por día. China anunció el envío de artículos de primera necesidad.
A cuatro días de la erupción del volcán y el posterior tsunami, la situación sigue siendo dramática con los suministros de agua potable gravemente comprometidos y las reservas de alimentos que corren el riesgo de no ser suficientes.
La totalidad de la población, más de 100.000 personas, se encuentra en estado de necesidad. «Los suministros de agua de las islas Tonga fueron gravemente contaminados con cenizas y agua salada», advirtió Katie Greenwood, de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, agregando que existe «un alto riesgo de enfermedades como el cólera y la diarrea».
Pero hay otro escollo que corre el riesgo de agravar la situación. Con las ayudas del exterior y personal humanitario, el Covid también podría llegar al archipiélago que hasta el momento no registra ningún caso de contagio. Y la campaña de recaudación de fondos organizada por el abanderado olímpico de Tonga, Pita Taufatofua, inmediatamente después del tsunami, superó los 300.000 dólares.
En tanto, Tonga permanece aislada. Se necesitará al menos un mes para reparar el cable submarino de comunicaciones que garantiza la conexión a Internet, dijo la empresa estadounidense de cableado SubCom.
El balance provisorio es de tres muertos y algunos heridos, pero para tener datos precisos habrá que esperar a que se restablezcan las comunicaciones. Y el Papa también dirigió su pensamiento a Tonga: “Estoy espiritualmente cerca de todas las personas que son probadas, rogando a Dios que les alivie el sufrimiento”, dijo al término de la audiencia general..
FUENTE: (ANSA).