Si bien es cierto que hay muchos días del año dedicados a los perros, la realidad es que ellos se los merecen, esos y muchos más.
Un amigo para muchos años Tener un perro debe ser un acto responsable, meditado y tiene que contar con el consenso familiar, ya que hablamos de un animal que vivirá como mínimo de 12 a 15 años, pero a veces bastante más dependiendo del tipo de perro, de su salud y de los cuidados que reciba.
Y es que no debes olvidar que no solo se trata de darle comida y agua, sino que requerirá de visitas periódicas al veterinario, vacunación, desparasitación, chip, accesorios perrunos y mucho más. Una vez tomada la decisión de tener un amigo peludo en casa, adopta no compres.
Puedes hacerlo por intermedio de alguna asociación donde podrás elegir a tu futuro mejor amigo, de entre los que realmente necesitan un hogar, porque lo han perdido o nunca lo tuvieron.
La perrera también es una opción, porque no solo le darás una familia, sino que lo salvarás de que sea sacrificado si hay demasiados animales
¿Por qué adoptar?
Porque millones de perros son abandonados en todo el mundo cada año. Perros que no pidieron ser elegidos como mascotas y mucho menos se merecían ser dejados a un lado, a veces porque no se tiene paciencia para educarlo, otras porque se van de vacaciones y ‘sobra’ o porque sus circunstancias económicas cambiaron y ya no pueden permitirse cuidarle y los más, simplemente porque se ‘cansaron’ del chucho.
Tras el abandono viene la lucha por la supervivencia y es importante destacar que la mayoría de los perros no lo consigue, porque carecen de experiencia y no saben cómo moverse en la calle, por lo que los atropellos son su principal causa de muerte.
Pero también sucumben a las enfermedades, a los parásitos, al hambre porque no saben procurarse alimento y a los ataques de otros perros, de animales salvajes y hasta de abyectos humanos.
Cada perro que es adoptado y encuentra un hogar es un eslabón que se le quita a la cadena del abandono, la negligencia y la miseria que les persigue, especialmente a los que no son ‘de raza’.
Y lo más triste es que, estos animales están expuestos a todas estas penalidades por haber elegido ser los mejores amigos de la peor raza de vecinos y amigos que tiene el planeta: los seres humanos, aunque por suerte hay excepciones.
FUENTE: Energías Renovables
