En breve dará comienzo la 20ª edición de la Semana de la Movilidad y también del Día Europeo Sin Coches, momento en el que, Ecologistas en Acción urge una vez más (y ya van 20 años haciéndolo) a poner en marcha acciones ambiciosas, rigurosas y trascendentes, que garanticen la calidad del aire y a salud de las personas, al tiempo que ayuden a mitigar el cambio climático.
Estos problemas ya no pueden esperar más.
Con el comienzo de la vigésima edición de la Semana de la Movilidad y del Día Sin Coches, Ecologistas en Acción urge a poner en marcha acciones trascendentes, rigurosas y ambiciosas para garantizar la salud de las personas, la calidad del aire, y mitigar el cambio climático.
El tráfico rodado supone un 25,6 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al cambio climático.
Se estima que un tercio de estas emisiones se generan en aglomeraciones urbanas. 42 millones de personas, más del 80 % de la población del Estado español, estuvo expuesta en 2020 a un aire insalubre. Y ello, a pesar de las restricciones a la movilidad debidas a la COVID-19.
La organización ecologista, en el marco de la campaña europea Clean Cities, realizará acciones en una decena de ciudades del Estado español.
Exigirá medidas contundentes a los ayuntamientos y pedirá el diseño Zonas de Bajas Emisiones eficaces y socialmente justas.
La Semana Europea de la Movilidad, que comienza el 16 de septiembre y durará hasta el 22 del mismo mes, cumple veinte años.
En su aniversario, más de 400 municipios se han adherido de manera oficial a la campaña europea, y organizarán durante siete días actividades para promover movilidad sostenible, segura, limpia e inclusiva.
Ecologistas en Acción, en colaboración con movimientos vecinales, sociales, culturales, organizaciones ciclistas y ecologistas, ha organizado jornadas reivindicativas durante esta semana diferentes municipios del Estado español: Sevilla, Logroño, Vigo, Gijón, Barcelona, Madrid, Valladolid, La Palma, Murcia, Melilla, Sanlúcar de Barrameda y Tudela de Navarra, entre otras.
Las reivindicaciones se centran en la necesidad urgente de adoptar medidas ambiciosas para restringir el tráfico en las ciudades, mejorar el transporte público y facilitar la movilidad peatonal y ciclista.
En su campaña, la organización ecologista recuerda que las medidas extraordinarias que se tomaron en 2020 debido a la pandemia de la COVID-19 consiguieron reducir de forma muy significativa el tráfico de coches en las ciudades durante unos meses, con la consiguiente mejora de la calidad del aire.
Posteriormente, durante los primeros meses de desescalada, se pusieron en marcha algunas medidas de urbanismo táctico para ampliar los espacios peatonales.
Sin embargo, la vuelta a la normalidad ha venido acompañada de la vuelta al coche, y no se ha conseguido recuperar aún el número de personas usuarias del transporte público.
Por otro lado, Ecologistas en Acción recuerda que los impactos del cambio climático son cada vez más visibles, conocidos y cercanos.
Una de las principales causas del cambio climático son las emisiones de CO2 asociadas al tráfico de coches en las ciudades, por lo que urge tomar medidas drásticas.
A su vez, las reivindicaciones de esta semana ponen el acento en la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, aprobada en mayo de 2021.
Dicha ley obliga a todos los municipios mayores de 50.000 habitantes a poner en marcha Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023.
Es decir, los ayuntamientos tienen menos de 15 meses para desarrollarlas. La participación ciudadana es fundamental para conseguir en estos meses amplias restricciones del tráfico, en los centros urbanos, pero también en los barrios y muy especialmente en los entornos escolares.
Para Ecologistas en Acción, la creación de ZBE por sí sola no es suficiente. Si las ZBE se ponen en marcha sin criterios rigurosos para la reducción del tráfico, o si en su desarrollo se abre la puerta a muchas excepciones – como ocurre con la nueva Ordenanza de Movilidad con la que se pretende sustituir Madrid Central– estas herramientas no van a servir para mitigar el cambio climático ni para mejorar la calidad del aire.
La instalación de cámaras y dispositivos de control remoto tampoco es la herramienta más efectiva. No se trata de sustituir coches viejos por coches más modernos y más caros. El problema es que en las ciudades circulan y aparcan demasiados coches que contaminan.
También los eléctricos ocupan espacio y dificultan la movilidad activa. Por ello, la solución ha de apuntar a la restricción del tráfico y del aparcamiento de vehículos privados en las ciudades.
Carmen Duce, portavoz de Ecologistas en Acción: «Muchos municipios se han sumado a la Semana Europea de la Movilidad, pero las medidas no se pueden quedar solo en acciones cosméticas durante esta semana.
Urge poner en marcha medidas ambiciosas para restringir el tráfico y proteger la salud de la población.
Hay que reducir los espacios de aparcamiento en las ciudades, mejorar el transporte público y ampliar los espacios para la movilidad peatonal y ciclista.
Ciudades como Pontevedra, desde hace años, y ahora Logroño, están tomándose en serio el cambio modal y deberían tomarse como ejemplo».
FUENTE: Ecologistas en acción