Tokio y Japón entero están en plena alerta por una nueva suba de contagios, una pesadilla que vuelve en medio del verano y en medio de los Juegos Olímpicos, pero que excede a Asia y se extiende a muchos otros lugares, incluyendo Europa y Estados Unidos.
En Tokio en particular hubo 2.848 nuevos casos en 24 horas, el nivel más alto desde el comienzo de la pandemia. A nivel nacional, con 7.629 contagios, es el mayor aumento desde comienzos de enero.
Entretanto, en Europa se enfrentan las exigencias estacionales -las vacaciones, el turismo, los traslados- para calcular al milímetro viejas y nuevas medidas.
Lo mismo en Estados Unidos, donde se va hacia el retorno a la obligación de usar mascarilla en algunas circunstancias para los vacunados, y para las escuelas que se reanudarán en septiembre.
En Francia, en cambio, ya se aprobó la regla, aunque por ahora solo en la región de Burdeos, una de las principales ciudades francesas, y en diversas zonas turísticas de la región circundante, la Gironde.
La decisión se agrega a la prohibición de consumo de alcohol en la calle. Mientras tanto, siguen los llamados a la vacunación, con el más reciente difundido por el ministro de Salud, Olivier Véran, desde su perfil de Twitter: «No lo duden, vacúnense».
Entre los llamados de estas horas sobresale también de la activista Greta Thunberg, de 18 años, que recibió la primera dosis de la vacuna y, al publicar la foto del brazo donde fue inoculada, recordó que es «extremadamente desigual» la distribución de las vacunas en el mundo, e invitó a quienes pueden a seguir su ejemplo.
«Estoy extremadamente agradecida y me siento privilegiada de vivir en una parte del mundo donde ya puedo vacunarme. La distribución de las vacunas en el mundo es extremadamente desigual», escribió Greta.
En la misma longitud de onda estuvo el mensaje de Unicef, que quiere sensibilizar sobre el tema al poner en evidencia que el pequeño reino asiático de Bután debe considerarse un ejemplo a seguir en materia de donaciones internacionales de vacunas: en una semana, aceleró su campaña al punto de someter a la segunda dosis al 85% de la población habilitada para vacunarse.
Nuevamente en Europa, la situación mejora en el Reino Unido, donde por séptimo día consecutivo se registra una desaceleración en los contagios, con 23.511 nuevos casos identificados.
Pero el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, entretanto planifica una extensión de la obligación del test de Covid-19 para todo aquel que entre en Alemania, sin importar de dónde provenga o con qué medio quiera entrar.
Por ahora, la obligación del test concierne a los pasajeros que llegan desde lugares incluidos en la lista de las zonas en riesgo, pero la opción de endurecer las medidas hasta ahora no recibió el consenso de todo el gobierno.
En cuanto a la última fotografía del Centro Europeo para el Control de Enfermedades, es lo bastante nítida como para revelar de qué modo la difusión de la variante Delta está causando un aumento en los casos y en internaciones en Europa.
Lo que influye, según el centro europeo, es la tasa de vacunación incompleta entre los operadores sanitarios (se estima que más del 20% aún no está inmunizado), y probablemente el hecho de que en los ancianos la protección de la vacuna puede ser menor y de menor duración.
Una situación que requiere ajustes, y no solo en Europa: Israel, ahora el «ex» país virtuoso, registra 2000 nuevos contagios en un solo día y está evaluando la oportunidad de dar una tercera dosis de Pfizer a los mayores de 60, incluso antes de que llegue la autorización formal de parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) (ANSA).
