Cuatro detenidos habían sido citados a declarar por el asesinato de Gonzalo Javier Calleja, pero uno de ellos informó que tiene coronavirus. El fiscal iba a pedir las prisiones preventivas.
Uno de los cuatro detenidos por el crimen del contador Gonzalo Calleja, hallado asesinado la semana pasada en un campo de la ciudad entrerriana de Paraná, informó que tiene coronavirus durante la audiencia de garantías que se realizaba este miércoles, en la que el fiscal iba a pedir las prisiones preventivas, por lo que se pasó a un cuarto intermedio para desinfectar la sala y resolver cómo proseguir.
El juez de Garantías Ricardo Bonazzola ordenó la realización de los hisopados al resto de imputados «por prevención», y «hasta tanto se conozcan los resultados de PCR» se suspende la audiencia «sin nueva fecha de continuidad».
«No tengo el alta médica, el viernes se termina el aislamiento (por Covid-19), pero como sábado y domingo no abre el dispensario de salud recién el lunes que viene me van a dar el alta», dijo el acusado Alberto Enrique Osuna al juez Bonazzola.
Los otros tres imputados serán hisopados y «hasta tanto se conozcan los resultados de PCR» se suspende la audiencia «sin nueva fecha de continuidad»
Tras ello, el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer) emitió un comunicado en el que aseguró que Osuna «debía haber recibido el alta el viernes 18 pasado».
«Se había realizado un hisopado el 15 de julio, pero tenía síntomas desde el día 8, a lo que a fecha de hoy ya no cursa período de contagio», dice el comunicado en referencia a un informe de Epidemiología provincial.
Osuna es uno de los cuatro detenidos a quienes el fiscal Santiago Alfieri les imputa el «homicidio agravado» de Callejas.
Los otros tres son Ezequiel David Morato, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman, integrantes de una misma familia junto con Osuna.
Inicialmente había sido detenido un quinto sospechoso, identificado como César Ayala, quien fue luego desvinculado del hecho, añadieron las fuentes.
Para el fiscal Alfieri, los cuatro imputados además del homicidio cometieron los delitos de robo y privación ilegítima de la libertad.
Las detenciones
El subdirector de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, Ángel Ricle, dijo a Télam que las detenciones se concretaron tras allanamientos en los barrios 1 de Julio -donde se halló el auto Ford Fiesta del contador- y Paraná V.
En el marco de la investigación también se secuestraron otros tres vehículos Ford Fiesta, de los cuales se levantaron evidencias como pelos, manchas, material genético, huellas, celulares y demás elementos de valor para la causa que serán peritados.
A la audiencia de este miércoles, que duró solo 10 minutos, Morato acudió representado por los abogados Eduardo Gerard y Marcelo Franco; Colman por Patricio Cozzi; Osuna por los letrados César Jardín y Andrés Amarilla, y Garay por la abogada oficial Fernanda Álvarez.
Siguen buscando el teléfono celular, la campera, la mochila y la llave del vehículo de la víctima, que aún no fueron encontrados
Ricle explicó que aún los pesquisas se encuentran abocados a analizar y recabar la información de los más de 15 celulares secuestrados desde que comenzó el caso y de las imágenes tomadas por cámaras municipales y privadas ubicadas en la zona donde fue localizado el auto de Callejas, así como en el perímetro de donde estaba el cuerpo.
También se continúa con la búsqueda del teléfono celular, la campera, la mochila y la llave del vehículo de la víctima, que aún no fueron encontrados.
El funcionario policial detalló a Télam que en los allanamientos trabajaron unos 150 efectivos de las Divisiones de Criminalística, Seguridad, Operaciones, Inteligencia Criminal e Investigaciones, con un helicóptero, vehículos policiales y dos canes.
El cuerpo de Calleja fue hallado el jueves pasado debajo de un árbol entre la maleza de un campo de trigo en las calles Báez y Montiel, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto, en cuya guantera se hallaron más de 9.500 dólares.
La investigación
La principal pista de la investigación es que el contador fue privado ilegítimamente de la libertad en una situación vinculada a la compra y venta de dólares, actividad que desarrollaba el contador además de ser empleado en una empresa constructora.
Mediante la autopsia se pudo establecer que el Calleja murió por asfixia, mientras que se determinó que el lugar donde fue hallado su cuerpo no es el mismo donde fue asesinado.
Maia, la cuñada de Calleja, aseguró que el contador «era el mejor en todo: buen compañero, buen hijo y buen amigo, atento a todos, una persona increíble, no se puede poner en palabras lo que era, era un ser de luz».
«No sospechamos de nadie porque él no manifestaba ninguna situación ni problemas con nadie», dijo la mujer a Télam, y agregó que eso es lo que los desconcierta desde el primer momento.